jueves, 4 de mayo de 2017

Pasar factura


Foto de Eliana Mora, Argentina


El que pide paga lo que recibe.
(Francisco de Quevedo)

El trato social es una comedia en la que el egoísmo suele hacer de apuntador.
(Louis Bottach)

Pasar factura:
1. Pedir algo a cambio de un favor o servicio prestado.
2. Traer malas consecuencias.

(RAE, DLE)


En la reunión mensual de los narizones se había comentado que el cambio de local y de tipo de reunión iba a pasar factura y que decaería la asistencia y el interés. No fue así y el orador aprovechó para cambiar su tema de "Cuando huele a podrido" a "Pasar factura", eso sí con un toque de provocación tal como es habitual en estas reuniones: 

Suele decirse que el tiempo pasa factura cuando una mala acción o simplemente mal hecha tiene consecuencias negativas para quien la ha realizado. Cuando aún no ha llegado el momento muchos se consuelan con el agorero ya le llegará la factura. Es como si esperásemos que la justicia divina intervenga en nuestra defensa y castigue a quien a nuestros ojos es culpable. La esperanza de una justicia superior calma la desazón de sentirnos impotentes y nos permite seguir con la vida que llevamos sin pensar más en si tenemos o no razón. 

También la gente pasa factura cuando en uso de la antigua ley del Talión pide (o exige) favor a cambio de favor sin importar las circunstancias del momento en que se dió ni del que se reclama su retorno. Una ley que se adopta como ley moral y de buena vecindad y se ha convertido en el refrán hoy por ti, mañana por mi y que se ve que es de buena vecindad porque en inglés es I'll scratch your back and you'll scratch mine. También los griegos tienen una expresión que se aparta de la literal española aludiendo a la ayuda recíproca. No deja de ser curioso que el origen de la expresión no tenga nada que ver con esto pues la locución latina Hodie mihi, cras tibi proviene de la traducción de un pasaje del Eclesiastés en la que se aconseja no llorar demasiado a los muertos. Se refiere a que la muerte llegará al vivo igual que ha llegado al muerto o que al vivo le toca vivir hoy de la misma manera que al muerto le tocó antes. 

El problema aparece cuando se exige la devolución de gentilezas aunque el favor o servicio inicialmente prestado no haya sido solicitado. Es el típico caso del "yo que he hecho tanto por ti", "yo que he dado todo, que te he ayudado sin pedir nada a cambio ...{ahora que te pido algo / mira como me lo pagas...}". En estos casos se quiere cobrar una factura indebida. Cuando se da algo que nadie nos ha pedido, aunque se lo queden no tenemos derecho a reclamar nada. Lo que se da por iniciativa propia no genera nunca derecho, ni moral ni legal. Vuelve el refranero a recordarnos que Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita, una forma más suave que en alemán y francés en las que en este caso se habla de robo. Guardamos en la memoria la lista de favores que hacemos por si hemos de menester su vuelta. No es generosidad. Es interés. Puro y duro.

Recordar el pasado en el que hemos actuado graciosamente, sacarlo a colación, es en si mismo ya una solicitud de devolución y una recriminación. Solo quien otorga de buena fe deja de pedir a cambio. Aunque no seamos consciente de ello el simple hecho de acordarse de ello muestra que hay un "fondo de buenas obras" que queremos guardar y esgrimir en nuestra defensa para demostrar a los demás nuestra buena esencia y justificar(nos) en un momento bajo. La acción realmente generosa se olvida o no es desinteresada. Creemos que somos mejores de lo que somos cuando nos sentimos protectores de los demás, sea por acción u omisión. Nos defrauda que los demás no hagan lo mismo con nosotros; pero si la vida es dura ¿por qué ha de ser justa? ¿Y por qué si fuera justa debería coincidir con nuestra visión partidista de la justicia? No se puede vivir en una sociedad en la que sus miembros se agreden, pero tampoco se debe vivir en una en la que la suavidad sea forzada y la visión de conjunto sea la misma para todos. Haz el bien y no cates a quién, nos vuelve a recordar el refranero. Obrar sin esperar nada a cambio nos hace libres de alma y libres de pensamiento y esa es la libertad que debemos mantener.

No todo el mundo estuvo de acuerdo y la discusión fue larga y llena de refranes y situaciones personales. Una vez más el orador consiguió el propósito de la reunión: provocar para que de la discusión naciera la luz
u


2 comentarios:

  1. Nota para los puristas: La cita real es "de la discusión nace la luz"

    Significado: En el intercambio de pareceres puede surgir el medio de resolver un problema. Por eso, se aconseja cambiar impresiones para llegar a acuerdos y aclarar cuestiones.

    Esta paremia recuerda la práctica tomista de la disputatio, ya que la empleaban los universitarios del siglo XIII; «la luz para la discusión, es la Verdad, que hace libres a los hombres, decimos los neo-tomistas» (José Antonio Estrada Sámano, «Sto. Tomás de Aquino y la Encíclica sobre 'Fe y razón' de S.S. Juan Pablo II», Congresso Tomista Internazionale L’Umanesimo cristiano nell III millennio: prospettiva di Tommaso d'Aquino [Roma, 21-25 settembre 2003] p. 4, http://www.e-aquinas.net/pdf/estrada.pdf).

    La cita ha caído en desuso porque ya no se discute, ahora solo se confrontan egos.

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  2. "Obrar sin esperar nada a cambio nos hace libres de alma y libres de pensamiento".... aparte de extraterrestres :))

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