viernes, 30 de marzo de 2018

Trust



No hay peor delito que el traicionar la confianza. 
(Ibrahim S. Lerak, Cuaderno de notas)

Einmal ist keinmal, zweimal ist einmal zuviel.
(Proverbio alemán)

I will put my trust in Him.
(Hebrews 2:13)



The last session of the nosers' meeting was what we call a white session. There is no prefixed item for the speaker and his intervention deals about a topic that is chosen by the audience five minutes before. This time the selected item was trust. Up to the orator to decide how to develop the subject and provoke an interesting discussion after. 

-- Well there are many examples of what trust implies and many expressions that show that trust can be lost in one minute after years of building it. But in fact is all so, also life takes years and is lost in one second. But there are two general points that concern trust. The first is that there is no rule, no low that explains how to gain somebody's trust. What for Jack is a clear sign, for Peter is exactly the opposite. So, how is trust gained?, can we even think of something that shows the other that we are trustful? 

The second point is that unlike to other things trust can't be totally rebuilt. Many gurus explain that it is not so, that good behavior and patience bring trust back to the level it was. I'm afraid this is not so. Let me show it: (here the lecturer asked one of the persons of the audience to take a dish that was under the bottle of water on the table) "Please throw it strong on the floor." (the person did so) Now see, your action has broken the dish is several pieces. "Can you please say sorry to the dish?" (the person did so). Is the dish recreated by your saying sorry? No, you see it. Sorry is not a magical word. True, we can recompose the dish with patience and do it carefully and well... but we always will see and know it was broken. With the time we may forget how it was broken, but the dish will never be the same as before. 

But let me come back to the first point. How do we lose trust? Clear: doing something that the trustee considers negative, even if we do it with all our best willingness to please. This was the case of the right hand of Theodoric the Great. As most of the Goths was not catholic but Arian. One day his collaborator wanted to show him how much he was disposed to do for him and changed his religion from Roman Catholic to Arian. The reaction from Theodoric was not to be happy and say how nice, but to let him executed. The reason was simple he said: How can I trust somebody that betrays his god to please me? I can never be over his god, so, I can't expect his loyalty. And this is the point. We lose trust not for the actions we do but for the expectations the others have on us. Is quite different. And important.

If we really want to gain trust we have to do a couple of things. One is to be coherent to what we say we are, feel and want. If by any reason is there a change we must be not only able to explain it... but do it before we are questioned. The other is also easy in theory... we have to keep the same attitude to the others no matter what is changing in our personal life. Only who keeps the same thought in a party and in front of a firing battalion can be trusted

If the lost trust can't be rebuilt what is the use of sorry and forgiveness? Well , sorry expresses the personal apology of the actor. In itself doesn't change anything, shows only the will not to do it again if possible. Forgiveness ... is a completely different item. It won’t change the past but allows to continue and influence the future. Forgiveness consists in a voluntary change of the immediate reaction of destructing behaviors directed against who has caused the damage by other constructive one. 

Forgiveness is not a single act which is made in a given time, is an on-going process to be completed over time. Forgiveness is a task of several levels. The first: to stop destructive behaviors (as stop to seek revenge or justice, complain to everyone, consciously want evil to the perpetrator, pray that it happens something wrong to him, etc.). The second: to conduct positive actions towards it. Forgiveness, if there are positive responses by the forgiven, can also restore confidence in the aggressor. But confidence is not exactly trust and it takes long time, right? 


The speaker stopped here, letting us discuss about trust, confidence, sorry and forgiveness. Was --as usual-- a long discussion in which we all were confident that we would be forgiven for telling clearly our thoughts and that no trust was lost to anybody as expressing own ideas needs no sorry behind. 



jueves, 22 de marzo de 2018

Endiosamiento


El endiosamiento me parece un lugar muy incómodo. 
(Alejandro Sanz)

Así pues, tengamos a los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Una cosa es creer a Dios y otra cosa es creer en los hombres; a veces la iglesia invierte más tiempo en estar exaltando la imagen de un hombre que al mismo Dios.
(I Corintios 4: 1-2)

El poder nos ciega y nos hace creer omnipotentes; cuando llega el último día es demasiado tarde para rectificar.
(Ibrahim S. Lerak, Cuaderno de notas)


Me llamó S.M. y me invitó a un largo paseo por los jardines reales. Iba S.M. taciturno y al preguntarle que le preocupaba me dijo que temía perder el sentido del deber real y ver solo una parte de la situación. En su entorno todo eran parabienes y pocas veces había una voz discordante que se mantuviera en el tiempo como para ser tenida en cuenta. Me preguntó como le veía yo. S.M. me permite siempre expresar mi opinión franca como buen albardán y por tanto descarado.  

-- Majestad, Vespasiano fue un hombre austero, de modesto origen que se reía de los aduladores que le inventaban una noble genealogía. Sin intención de ser considerado un dios  el Senado Romano le deificó muy a su pesar. Los políticos no dejaban de lisonjearle y alabarle, a lo que él contestaba: Me parece que poco a poco voy dejando de ser un hombre y me convierto en deidad

Poco a poco se van convirtiendo en deidad quienes se alejan de la realidad, sea queriendo o sea por su oficio. Sin un contacto periódico con el pueblo o con los colaboradores de a pie no se puede decidir cuáles son sus preocupaciones, ni inferirlas de unas estadísticas que siempre tienen algo de partidistas y que no son realmente significativas por cuanto las preocupaciones también se ponen de moda. Los medios de comunicación son grandes maestros en informar y en desinformar; su veracidad siempre es a medias y depende del interés que haya detrás. Tanto los eremitas que a los ojos de la población se convierten en santos como los gobernantes de pueblos y empresas hablan de unas visiones alejadas de la realidad. 

A fuerza de ver solo el futuro y de querer el bien general se actúa en contra de lo que verdaderamente importa. De poco sirve hablar de montar una industria de satélites a un pueblo que aún va en burro y diligencia. Hay un doble problema: por un lado quien no opina igual se ve como enemigo personal y por el otro se pierde la capacidad de disentir. Por eso la renovación de consejeros ha de ser obligatoria. Un buen método para mantener lejos a los aduladores  es no asegurar a nadie una estabilidad "por los servicios prestados" más allá de la que tiene cualquier ciudadano trabajador. No se ve la pobreza igual comiendo langosta que migas de pan aunque sea  cinco veces al día, ni son los intereses y preocupaciones los mismos. Todos hablan por boca de ganso, unos por ignorancia y otros por falta de conocimiento. El gobernante y el dirigente pueden tener mil ideas buenas pero han de tener a alguien al lado que filtre las solo realizables. Si no existe esa figura quien manda solo ve sus ideas. Churchill fue un líder incontestable en la conducción de la guerra y de la diplomacia, pero en más de una ocasión demostró ser un estratega deplorable con planes improvisados y proyectos irrealizables. 

No hay nadie capaz de decir con certeza lo que es. Nadie sabe a qué ha venido a este mundo, a qué corresponden sus acciones, sus sentimientos, sus pensamientos, quienes son sus prójimos más cercanos y por tanto no puede pretender ser alguien mejor que los demás y estar por encima de ellos. Aún así, el tiempo prolongado que permite imponer la voluntad modifica la esencia y poco a poco se va dejando de ser hombre par ser deidad, como decía Vespasiano.

Majestad, quien no está en contacto directo con el pueblo es como aquél gigante del sueño de Nabucodonosor. Tiene la cabeza de oro, torso de plata, caderas de bronce y pies de barro. Tanto peso y diferencia acaba con la estructura. No se aguanta lo que no soporta la base por muy de oro que sea la cabeza o iluminado el torso que se alimenta del cerebro y lo retroalimenta. 

Se fue S.M. sonriendo y cuando S.M. sonríe de esa manera es que habrá una nueva ley. ¿Se autolimitará el reinado como ya hiciera antes el papa con el pontificado? El tiempo lo dirá, aunque puede que empiece por el torso de plata.
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lunes, 12 de marzo de 2018

¿Conocerme? ¡Imposible!




¿Conocerme? No, gracias. No quiero hundirme en la desesperación.
(Anónimo)

Conocerse a sí mismo implica un camino de perfeccionamiento, de hacerse mejor y adquirir conocimiento sobre la propia naturaleza y limitaciones, pues no podemos desarrollar nuestra naturaleza si no sabemos cuál es.
(Ibrahim S. Lerak, Cuaderno de notas)

De las tareas más difíciles del hombre sobresalen la del conocerse, soportarse y colaborar con los demás.
(K., Notas dispersas)




En la reunión del círculo se había hablado ya hace unos años del famoso Nosce te ipsum, (en griego: γνῶθι σεαυτόν) conócete a ti mismo. Es un tema que suele resurgir en los encuentros y esta vez quisimos explicar, mejor dicho el ponente nos explicó, que es imposible conocerse a si mismo. 

Lo que podemos conocer está limitado por la capacidad de nuestro aparato cognoscitivo. Imaginamos el mundo a partir de nuestros sentidos. Todo nuestro conocimiento depende en primer lugar de ellos. No percibimos nada que no podamos oír, ver, sentir, degustar o palpar; no figurará en nuestro mundo nada a lo que no podamos acceder por la vía de nuestros sentidos. Incluso para podernos figurar las cosas más abstractas, estas se nos deben ofrecer por medio de símbolos que seamos capaces de ver o leer.

Para disponer de una visión del mundo objetiva, necesitaríamos un aparato sensorial que cubriera todo el espectro de las percepciones sensoriales posibles: los ojos del águila, el olfato de los osos (que les permite oler a kilómetros de distancia); el sistema sensorial de la línea lateral en los peces, las facultades sismográficas de las serpientes, etc. Pero lamentablemente  no disponemos de estas características. Nuestro mundo no es tal como lo vemos. Nos pasa como al pez que en el acuario le dice a su hijo «El mundo, hijo mío, es una enorme caja llena de agua».

La pregunta entonces parece que debería ser ¿cuál es el mundo real? Sin embargo, si vamos al origen del hombre, fue más importante contestar a ¿qué es lo mejor para mi supervivencia y progreso? Lo que no reportase nada a este fin tenía pocas posibilidades de desempeñar un papel importante en la vida y en la evolución. Y la teoría dice que para sobrevivir el hombre, la evolución ayudó creando un cerebro con distintas zonas.

Actualmente, se cree que el cerebro se divide en: tronco cerebral (o tronco encefálico), diencéfalo, cerebelo y cerebro propiamente dicho. El tronco encefálico constituye la mayor vía de comunicación entre el cerebro anterior, la médula espinal y los nervios periféricos y permite que las impresiones de los sentidos lleguen al cerebro. Controla varias funciones como la regulación del ritmo cardíaco, la respiración, el metabolismo y  también reflejos, tales como el pestañeo, la deglución y la tos.

El diencéfalo es una pequeña zona situada encima del tronco cerebral. Su papel principal es el de intermediario y supervisor emocional; percibe las impresiones de los sentidos y las transmite al cerebro. Este sistema formado por nervios y hormonas controla el sueño y la vigilia, nuestras sensaciones de dolor, la regulación de la temperatura corporal, pero también nuestros impulsos, por ejemplo nuestra conducta sexual.

El cerebelo tiene una influencia determinante en nuestra capacidad motriz y aprendizaje motor. Además del control de la motricidad, también está relacionado con ciertas funciones cognoscitivas, como el procesamiento del lenguaje, el comportamiento social y la memoria; todo ello, sin embargo, a un nivel inconsciente.

El cerebro propiamente dicho se encuentra encima de las otras tres zonas. Su tamaño es algo más del triple de las otras tres partes del cerebro juntas. Puede dividirse en muchas regiones, entre las cuales cabe distinguir las áreas sensoriales «más sencillas» y las áreas asociativas o «superiores». Todas las grandes capacidades intelectuales dependen de la actividad del córtex asociativo, aunque no exclusivamente de él.

La tomografía axial computarizada (TAC) y los escáneres de resonancia magnética permiten observar con gran precisión los procesos de nuestro cerebro. Si antes solo se podían mostrar procesos eléctricos o químicos, las nuevas técnicas miden el flujo sanguíneo y ofrecen imágenes de alta resolución. Gracias a estos avances, la investigación aspira a desentrañar el sistema límbico, la principal sede de nuestras emociones y sensaciones. La incógnita sigue siendo el por qué sentimos una determinada cosa de un modo determinado. Las sensaciones y pasiones personales no pueden explicarse en virtud de procesos neuroquímicos de índole general. Ni los instrumentos ni las conversaciones con un psicólogo pueden acceder ni hacer visible ese mundo vivencial. Una vez que le preguntaron a Louis Armstrong qué era el jazz, respondió: «¡Si lo tienes que preguntar, es que jamás lo comprenderás!». Las vivencias subjetivas son inaccesibles, incluso para la investigación del cerebro. Si toco una pieza de jazz, el escáner de resonancia magnética puede mostrar que en determinados centros emocionales de mi cerebro aumenta el aporte sanguíneo, pero no explica ni qué es lo que siento ni por qué siento eso.

Es lícito preguntarse entonces  si no estarán haciendo los investigadores del cerebro, lo mismo que vienen intentando hacer los filósofos en los últimos dos mil años: entender mediante el pensamiento el propio pensamiento. Profundizar en sí mismo por medio del pensamiento y en la medida de lo posible observarse pensando fue un modo de conocerse, pero no aportó nada al proceso del pensamiento en sí. Estudiar la mecánica de cómo se crea el pensamiento o como se crean las emociones es una tarea que contesta al cómo, no al ¿por qué? ni mucho menos al ¿qué es?

Conocerse no es saber describir los mecanismos físicos que se producen cuando algo pasa en nuestro interior. Conocerse es entender que origina un sentimiento y un pensamiento, aceptarlo, saber si es modificable o no y actuar en consecuencia. Conocerse es saber que potencial tenemos y que características son las nuestras, no las que reflejamos en la sociedad ni las que desarrollamos por el empuje de nuestro entorno, aunque eso también forma parte de nosotros mismos.

Somos el resultado de un cruce de algoritmos. Uno es el genético, una carga importante, sin duda, pero no definitiva. Ahora sabemos que se pueden despertar y dormir genes, que se pueden alterar en determinadas circunstancias sin intervenir médicamente en ello.  Otro es el social, la complejidad y características sociales que nos llevan al proverbio árabe de “un hombre se parece más a su tiempo que a sus padres”. Ambos crean junto con los condicionantes sociales una mezcla que es lo que llamamos personalidad  que nos hace únicos. Pero no tenemos la llave del cómo funciona y por tanto no sabemos cómo prevenir una acción o alterarla. Si esto es así no podremos conocernos de verdad.

Entonces ¿qué podemos hacer? La respuesta es aplicar medidas paliativas. Como si fuera una enfermedad de origen desconocido: mientras investigamos evitamos el dolor y eliminamos los síntomas.  Es decir intentemos que en el equilibrio entre la razón y la emoción actúe más la razón como freno que como justificante de la acción. Esa racionalidad impuesta previamente a la acción visceral nos dará la pista del porqué actuamos y al analizar el cómo actuamos podremos tener un retrato robot de lo que somos aunque no lleguemos nuca a conocernos. De la honestidad de nuestro análisis depende la fidelidad del retrato al modelo. El peor enemigo para el análisis es la autocomplacencia, que nos lleva a suavizar los trazos y a justificar las imperfecciones.

No podemos conocernos íntimamente, pero si podemos y debemos hacer el esfuerzo de crear el autorretrato lo más fiel posible y estimular con acciones impuestas el disparo automático del algoritmo para mejorar en lo personal y en lo social.

Nos dejó con la duda de si es posible conocerse o no, pero tras la discusión de la ponencia la verdad es que todos sabíamos algo más de nosotros mismos y de los demás.




domingo, 4 de marzo de 2018

La Oración del Comodoro




Durante el desembarco en Normandía en junio de 1944, Eisenhower estuvo en varios barcos. Lo típico es que ante un caso así se corran los camarotes. En uno de ellos, el de un comodoro, se encontró esta oración.



Señor,

Tú sabes mejor de lo que yo me conozco a mí mismo
que me estoy haciendo viejo y seré algún día más viejo.
Guárdame del hábito fatal de pensar que debo decir algo
sobre cada asunto y en cada ocasión.

Libérame de las ansias de arreglar los asuntos de todo el mundo.
Hazme reflexivo pero no malhumorado; útil, pero no prepotente.
Con mi amplio bagaje de sabiduría, parece una lástima no usarla toda
pero tú sabes, Señor, que deseo tener algunos amigos al final.

Mantén mi mente libre del recital de interminables detalles,
dame alas para llegar al punto.
Sella mis labios sobre mis molestias y dolores. Están aumentando y el deseo de recitarlas es cada vez más dulce a medida que pasan los años.

No me atrevo a pedir la gracia suficiente para disfrutar de las historias de los dolores de los demás, pero ayúdame a soportarlas con paciencia.
No me atrevo a pedir mejor memoria, sino una creciente humildad
y una disminución de soberbia cuando mi memoria parece chocar con la de otros.

Enséñame la gloriosa lección de que en ocasiones puedo estar equivocado.
Mantenme razonablemente dulce, no deseo ser un santo 
(algunos de ellos son difíciles para convivir)
pero un viejo amargado es una de las obras maestras del diablo.

Dame la habilidad de ver buenas cosas en lugares inesperados
y talento en personas inesperadas. 
Y dame, Señor, la gracia de decírselo.

Amén.