Revisitar ideas es como releer un libro. Encuentras cosas que habías pasado por alto, otras aparecen como si la líneas hubieran sido escritas especialmente para esta lectura y algunas se ven amarillas y enmohecidas.
(Del Cuaderno de Notas de Ibrahim S. Lerak)
Me llamó SM y fuimos a pasear por la ciudad convenientemente caracterizados para que no nos reconocieran, como en los cuentos infantiles. Estuvimos todo el día fuera. No me dijo nada y la mañana siguiente me preguntó que me había parecido el paseo. No se si fue mi silencio o que quiso darme una pista de lo que tenía que haber visto cuando me preguntó: Cuando un reino crece ¿es necesario que se vuelva mediocre? Me miró, sonrió y se sentó frente a mi para escuchar como si mi voz fuera la de un audio-libro que se vuelve a escuchar buscando aquella idea que se nos escapó.
No me pilló por sorpresa la pregunta. SM había mostrado su pesar por el nivel intelectual del reino y ver como la mediocridad crecía exponencialmente le agobiaba.
-- Majestad ...La respuesta no es breve. Requiere que miremos atrás, de dónde venimos y lo que ha pasado en este tiempo. "Porque yo lo valgo", "Lo sé o puedo saberlo todo", "Hay que vivir el momento y al día" no aparecen de la nada y si lo alienta la sociedad es porque las masas serán mediocres pero avasallan. La fuerza de su inconsciencia las hace imparables.
El hecho es que el reino ha crecido rápido, demasiado rápido. De 15 millones de súbditos en 1857 a 18,6 en 1900 y a 28 millones en 1950, pero a 40 millones en el 2000. En 50 años somos 12 millones más sumados a los 10 que ya habíamos aumentado. Tened en cuenta que además la mortalidad ha bajado a la mitad en este tiempo. Quizá tengamos una población de edad alta, pero la situación general que nos brinda la técnica es muy diferente a la de antes. Sin duda es positivo el avance de la ciencia y de sus logros derivados; pero va más rápido que nuestra capacidad de enseñar y por tanto aprender. Sumadle a este hecho que al no haber guerras el territorio es el mismo y que la densidad de población ha crecido casi un 30% en 30 años.... Somos masa Majestad. Por eso tratamos de individualizarnos cada vez más. ¿Recordáis la visita al templo chino? ¿Recordáis la sorpresa del ruido que hacían los fieles para llamar la atención del Dios, para que les viera y les hiciera caso? Parte de esto es lo que nos pasa, os lo dice un albardán que come de vuestro pan pero no es sordo. Las masas han crecido más que nuestra capacidad de educarlas y formarlas. Hay crisis que --como la económica-- son cíclicas. La sociedad se adapta a ellas y acaban desapareciendo; otras no son cíclicas y cuesta más combatirlas.
El hecho es que el reino ha crecido rápido, demasiado rápido. De 15 millones de súbditos en 1857 a 18,6 en 1900 y a 28 millones en 1950, pero a 40 millones en el 2000. En 50 años somos 12 millones más sumados a los 10 que ya habíamos aumentado. Tened en cuenta que además la mortalidad ha bajado a la mitad en este tiempo. Quizá tengamos una población de edad alta, pero la situación general que nos brinda la técnica es muy diferente a la de antes. Sin duda es positivo el avance de la ciencia y de sus logros derivados; pero va más rápido que nuestra capacidad de enseñar y por tanto aprender. Sumadle a este hecho que al no haber guerras el territorio es el mismo y que la densidad de población ha crecido casi un 30% en 30 años.... Somos masa Majestad. Por eso tratamos de individualizarnos cada vez más. ¿Recordáis la visita al templo chino? ¿Recordáis la sorpresa del ruido que hacían los fieles para llamar la atención del Dios, para que les viera y les hiciera caso? Parte de esto es lo que nos pasa, os lo dice un albardán que come de vuestro pan pero no es sordo. Las masas han crecido más que nuestra capacidad de educarlas y formarlas. Hay crisis que --como la económica-- son cíclicas. La sociedad se adapta a ellas y acaban desapareciendo; otras no son cíclicas y cuesta más combatirlas.
Aparece ya el problema en el colegio, cuando permitimos que sea la masa quien marque la pauta. Algo que hace simplemente porque es número, cantidad y no calidad de pensamiento. El resultado es que tenemos elevada la mediocridad del súbdito medio a modelo de triunfo.
El reino no se ha convertido en mediocre por los corruptos, cambiarlos no sirve de nada. Tampoco la avidez económica de algunos es el motivo. Lo que parece claro es que si no reaccionáis a tiempo tenemos en el horizonte el devenir una república bananera. Llegamos tarde Majestad, cuando la fama se ha convertido en un bien moral es que reaccionamos tarde.
Me preguntáis si la mediocridad es necesaria en el camino de progreso del reino y la respuesta es no. Es más, hay que ser firmes para evitarla. Mediocre es el reino en el que los súbditos se pasa la mitad de su tiempo libre frente a la TV criticando las acciones de quienes aportan circo y no conocimiento. Mediocre, no, funesto es un país en el que la masa permite el cambio educativo 13 veces en 30 años sin chistar. No os extrañéis si ninguna de nuestras universidades es famosa. Se persigue la brillantez, se anula la creatividad porque provoca recelo y desuniformiza; rompe el molde porque quien acude a la universidad es lamentablemente masa humana. Se busca ocupar una plaza laboral de poco esfuerzo, salario alto y beneficio inmediato, una bicoca. No tenemos ya batalla de ideas, tenemos confrontación de egos.
Son también ellos masa, esa masa que no supimos formar a tiempo, que no vino de la nada pero que apareció en un momento de relativa calma y bienestar; que cree que tiene el derecho a todo, como al aire, gratis, sin complejos y que todo lo que existe está a su alcance o debería. Todo se ha banalizado menos el pensamiento, que es lo único que no se puede comprar. Las masas llenan y arrollan todo, sin otro criterio más que el disfrute de todo lo que se ofrece.
No se equivocaba Cervantes en su observación de que el camino es mejor que la posada. Observad, Majestad, que la posada es molicie, en ella se ahoga toda modificación, toda diversidad. El parroquiano da rienda suelta a los deseos vitales sin pensar en pagar. Es el derecho a usar todo sin miramientos y quien difiere es ahogado por el número hasta dejarle dos opciones desaparecer o sucumbir e integrarse en la marea gris.
La sociedad masificada y deleitada en sí misma por su mayor nivel de comodidad que las generaciones anteriores pierde la memoria y en la situación actual no solo no quiere mirar al futuro y mantener un presente eterno, es que no puede porque no sabe prever los cambios venideros. Ciencia y tecnología avanzan demasiado en otros reinos y no se puede prever como será la próxima generación excepto en una característica: será lerda y sin valores. Cuando el ciudadano cree que solo tiene derechos y no obligaciones, la mediocridad está ya en la cima. El camino luego es de bajada, con mayor pendiente cuanto más convencido esté de que es dueño de su vida y la sociedad que crea iguale, banalice y uniformice el pensar.
Majestad, la respuesta es no; pero la mediocridad solo se vence con educación y una visión de futuro del reino. Dejar que todo se haga solo y pensar que con ligeros toques de timón se arreglan desaguisados lleva indefectiblemente al caos.
SM me miró, no dijo nada, se levantó y se fue. Es posible que mis palabras le molestaran pero algo debieron influir en él porque al poco convocó a sus ministros en reunión urgente.