La distancia solo existe en la mente si hay voluntad.
El reposo nos hace ver mejor la realidad.
(Cita y texto del Cuaderno de Notas de Ibrahim S. Lerak)
Esperas
de mi un relato
que
narre andares y vivencias
en
tierras africanas.
¡Ay!
amiga,
extraña
amiga,
en la
lejana ciudad.
No
pueden mis manos
plasmar
el pulso de la sangre
ni saben
mis dedos bordar
los
sentires en papel.
¿Cómo
poner en tus ojos
el estallido
de colores
o la
pobreza del barro?
África
es gentío.
La Cruz
del Sur guía caravanas,
migraciones,
cáfilas beduinas
con
promesas de esplendor cercano.
Pero
¿cómo posar en tu piel
el rayo
de sol cansado de herir
las
eternas nubes?
¿Cómo
refrescar tu rostro con las gotas
del
chapoteo de los hipopótamos?
¿Cómo
hacerte sentir los latidos
frente
al elefante hambriento?
¿Cómo
llevarte el olor de su esfuerzo?
No,
amiga, extraña
amiga
en la
lejana ciudad.
Tu sabes
de manos mudas
como
Ibrahim de manos duras.
No
pueden mis manos hablarte
en la
distancia
de
emociones
de
pasiones
o de
intensos contrastes.
Necesariamente auxilia la razón,
con
sosiego en la búsqueda,
la
estructura de sociedades y familias
ambas lo
mismo
en un
tiempo que muere.
Disculpa
mi incapacidad
y
permite mi divagación
que en
la distancia sin voz
reposan
sensaciones
y hablan razones.
En el cuaderno de notas de Ibrahim aparecen varias versiones de esta "carta". He escogido ésta por ser la que contiene menos tachaduras y debe corresponder a la definitiva a pesar de que las otras dan más detalles y son más extensas. Ignoro cual fue enviada, pero en ésta se ve que el primer impacto de África en el alma de Ibrahim fue importante. Puedo añadir que duradero. Nunca dejó de colaborar para la mejora técnica de poblaciones asentadas. En un remoto pueblo del desierto sigue siendo "kuwalisha watu mweusi" el negro de piel blanca.
ResponderEliminarLos retornos son buenos más cuando es una persona tan especial la que regresa. Un millón de gracias, has vuelto con un millón de recuerdos, sueños y una parte que creí olvidada...Hasta pronto.
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