viernes, 30 de enero de 2015

Herencia



Impresión de una mano efectuada hace unos 30.000 años en la pared de la cueva de Chauvet-Pont-d'Arc, en el sur de Francia.

El cerebro nos es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender. (Plutarco)

Tocaba ya cena del club de narizones cena muy esperada porque todos tenemos en común algo que nos viene de herencia: las narices destacables, que nos une y nos hermana a todos; decididamente son reuniones de narices en todos los sentidos.

La costumbre dicta que el coordinador nombre un ponente para hacer una breve charla-provocación sobre algo relacionado con las narices y a ser posible de actualidad para iniciar el debate. Esta vez el reto era difícil porque el tema escogido era "herencia". Tema aceptado por el miembro más joven y casi más reciente por lo que era una incógnita el enfoque que le iba a dar y esto fue lo que nos dijo:

-- "Herencia" La verdad es que es un tema muy amplio y que he propuesto yo por dos razones: Porque soy de Herencia, esa localidad casi desconocida (a pesar de contar con casi 10 mil habitantes) a 150 Km al sur de Madrid y porque como joven que soy me preocupa el tema. No me interesa la herencia como transmisión de bienes, la herencia jurídica, las leyes se ocupan de ello; ni la herencia biológica, la mendeliana, que está en estudio y que estamos alterando artificialmente y de la que mi apéndice nasal me hace miembro de esta grupo, ni la informática. Me interesa la herencia cultural, personal, la de la tribu y sobre ella va mi razonamiento. Por cierto, antes de seguir y como estamos esperando la cena me he permitido pedir que nos preparen coña, un plato típico de Herencia, coña y mojetes... ya me diréis si os gusta.

Creo que la herencia, la única herencia real a legar no es ni la económica por mucho que a todos nos guste y nos ayude que nuestros progenitores hayan ahorrado. La mendeliana la llevamos dentro y sabemos que es modificable, es nuestra decisión lo que queremos hacer con ella. La cultural, la que se centra no en el medio ambiente, no la ecológica, la personal, la del desarrollo como humanos es la que me preocupa y que creo que nos debe preocupar. Tildadme de infantil o de idealista, que por edad aún puedo serlo, pero ¿alguien me puede explicar porque cada vez vivimos más en una desunión unida solo por flujos de electrones? Redes sociales, artilugios que nos encuentran y nos permiten conectar. ¿Por qué desarrollamos tecnología y no capacidades personales? ¿De que sirve saber si la memoria se aloja en el hipocampo o en otro lugar, si no desarrollamos su capacidad?

El conocimiento es lo que nos permite sobrevivir. A todos. En todos los campos. Durante siglos hemos intentado aumentar nuestra capacidad y nuestro rendimiento; con ello hemos desarrollado herramientas y armas, para seguir sobreviviendo y aumentando el conocimiento. Podemos considerar extensión de nuestro cerebro a los ordenadores y otros desarrollos tecnológicos si queremos. No niego que sean útiles y más rápidos que la mente... actual. Pero éste es el problema precisamente. Hemos pasado de intentar saber y pensar a tenerlo todo en una nube electrónica que tiene los datos, sabe y piensa por nosotros. ¿Una exageración? NO, no lo es y os pondré un par de ejemplos.

Cuando tenemos que levantarnos a una hora determinada ponemos el despertador (hoy integrado en el teléfono o en el reloj inteligente). Bien. Es lo habitual. Pero cuando nos urge mucho no dormirnos, nosotros mismos nos despertamos una o varias veces en previsión de que se nos pase la hora... y sin despertador. Es decir hay un mecanismo en el cerebro que mide el tiempo y nos avisa. Ese mecanismo es entrenable, son, somos muchos los que programamos una hora en nuestro cerebro y nos despertamos a ella. El caso más obvio es la hora de levantarse para ir a trabajar... nos despertamos antes de que suene el despertador y no es la costumbre, es la programación interior. Otro ejemplo lo tenemos en las personas que sufren alguna discapacidad sensorial. A todos nos suena aquello de "se desarrollan más los otros sentidos cuando falta uno". Bueno, pues si se desarrollan más será que es posible y si es posible es educable.

Lo que pasa es que nos hemos vuelto gandules y desconsiderados, buscamos en realidad solo nuestra comodidad y nos despreocupamos de la herencia que dejamos. Si mañana hay una guerra nuclear y hay sobrevivientes ¿les hemos de condenar a empezar desde cero en todos los campos? ¿han de perder todo el conocimiento porque los ordenadores se han destruido? Sostengo que es una irresponsabilidad utilizar menos nuestras propias capacidades de orientación, cálculo, matemáticos, memoria, desarrollo mental en definitiva en pro de crear extensiones cerebrales tan perecederas que hasta un virus puede acabar con ellas. En lugar de avivar el cerebro, lo dormimos. Con cada nueva aplicación inteligente aborregamos cada vez más nuestra capacidad personal y por tanto la del grupo. Dentro de poco ya no leeremos tampoco, nos bastará con dar órdenes a una máquina que nos recitará perfectamente una poesía y cambiará la entonación para hablarnos de un tema o leernos un libro. En algún momento perderemos la capacidad de escribir y cuando la máquina falle o muera infectada tardaremos poco en volver a buscar cavernas confortables porque no sabremos como producir lo necesario para reparar las casas.

Reconozco que esto último parece y es exagerado, pero en la exageración se ve la dirección. El hecho es sencillo, dedicamos tanto tiempo a producir y a desarrollar tecnología que hemos olvidado lo más importante, que no es ni fiable ni duradera al cien por cien. La mente si lo es. El cerebro tiene una capacidad que no solo no somos capaces de llenar sino que nos es desconocido hasta donde puede llegar. Si el efecto placebo cura, si podemos programar el cerebro y por tanto modificar su estructura y por ende transmitir esta nueva estructura modificada o las herramientas de conocimiento necesario para ello, estamos perdiendo el tiempo. La única herencia que perdura y que vale y que se agradece de verdad es la de saber como actuar como individuos y como clan o sociedad si preferís llamarlo así.

Una sociedad de idiotas conectados vale mucho menos que una sociedad de mentes desarrolladas que sabrán comunicarse sin cables. Esta es la herencia que reclamo, la única que nos ha de servir a todos, la del avance en el progreso de la capacidad mental, para estar mejor adaptados a todo lo que podamos vivir y para ser lo que en esencia debemos ser seres humanos, no parásitos de la tecnología.

La provocación surgió efecto, se habló de los idiots savants y sus capacidades, de la dependencia tecnológica y de la desconexión que hace que la juventud necesite aburrirse en grupo y dormir arropada por presencias a distancia. Fue larga la noche como largo fue el placer de la gastronomía de Herencia. Hubo coña, de todo tipo y buen humor a pesar de lo serio del tema. Realmente es urgente crear el capital necesario para legar la herencia que se nos reclama.



1 comentario:

  1. Decía Martin Page que los hombres simplifican el mundo mediante el lenguaje y el pensamiento para así poseer certezas; y poseer certezas es el placer más poderoso del mundo, más que el dinero y el sexo y el poder juntos. La renuncia a una auténtica inteligencia es el precio que se paga por poseer certezas.

    Cuando se le pregunta a un intelectual siempre opina creyéndose capaz de opinar fundamentadamente sobre todos los temas. Es como si un pianista opinara indiscriminadamente de una partida de dominó o de una operación de neurocirugía. Y los intelectuales animan a que el hombre siga ampliando el conocimiento externo. No el interno, ... no sea que les quiten su trabajo de gurú.

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