sábado, 6 de agosto de 2016

El Genio y los tres deseos



Para ser genio has de tener un gramo de locura, para aceptar los dones de un genio es necesario tener un kg de locura o una visión clara de la vida.
Ibrahim S. Lerak, Cuaderno de Notas.

El genio que concede los deseos está en cada uno de nosotros, se llama voluntad.
K., Anotaciones dispersas.

Hacía tiempo que el club de los narizones no celebraba la reunión mensual. Un nuevo local no acabado a tiempo fue la causa. Solemos confiar en los demás más allá de lo razonable a veces. Nuestra buena fe o nuestra inconsciencia nos lleva a pensar que todo el mundo tiene un sentido de responsabilidad del que por desgracia la mayoría carece. Las reuniones ya no son en un restaurante y alrededor de una cena, son en el propio club --privado-- y a modo de tertulia en la que sigue habiendo un ponente que abre e incita a la discusión. No siempre cree en lo que expone, pero lo defiende con ardor por complicado y de narices que sea el tema.

Nuestro orador empezó frotándose las manos y aclarándose la garganta (con un buen vino, eso si). 

--- Ante la actual situación política y social europea hace falta un genio para arreglarlo todo... si es que puede. La mayoría de nosotros no somos políticos activos, lo somos de salón así que no voy a proponeros la lista de cosas a pedir al genio para arreglar el mundo. En su lugar os invito a reflexionar sobre un cuento persa, anónimo, que en mi juventud me marcó:

La situación es la habitual, un hombre libera al genio de su prisión y éste le ofrece concederle tres deseos por haberle liberado. El hombre debía ser en realidad un joven con la cabeza bien amueblada aunque no consta en el cuento la edad. Desde luego no era un niño ni una persona muy mayor.

-- ¿Deseas salud? ¿Dinero? ¿Amor? ofreció el genio
-- Es tentador el ofrecimiento, pero no se si es lo que realmente quiero. Las tres cosas han de ir unidas. ¿De que sirve el dinero sin salud o la salud sin amor? Y aún así con dinero compro el mejor sustituto del amor y casi la salud. Tampoco los tres juntos dan la felicidad. No sirven si padezco avaricia, hipocondría o egoísmo. Tampoco quiero vivir más allá de lo que mi mente pueda entender lo que me rodea, ni quiero nadar en dinero que no sabría gastar dándole el valor que tiene. Quizá el amor es lo más atractivo, pero solo si es correspondido y dura tanto como yo. ¿De que sirve un amor intenso pero efímero excepto para sufrir después?

-- Entonces ¿qué deseas?
-- Lo primero que te pido es tiempo
-- ¿Tiempo? ¿Por qué? ¿Para qué?
-- Porque no quiero que el tiempo vuele, quiero que camine a mi ritmo. No quiero decir "no tengo tiempo", sería lo mismo que decir no se vivir, no se organizarme, no puedo disfrutar de la vida. Soy egoísta y quiero algo que la mayoría no tiene: tiempo para reír y divertirme, tiempo para pensar y hacer lo que quiero; pero no solo para mi, también para dedicárselo a los demás sin tener que ir con prisas. Tiempo que no solo transcurra sino que se quede, que me deje asombrarme y que me deje tener confianza. Tiempo más allá del reloj. Tiempo para tocar las estrellas, pasear por el cielo en la noche, saltar de nube en nube. Tiempo para nadar en el mar y sentir la caricia del agua. Tiempo no sujeto a un reloj. Tiempo para crecer, para madurar para ser yo mismo. Quiero tiempo para no añorar las ocasiones perdidas. Tiempo para amar y disfrutar, para vivir cada día, cada hora, cada minuto con intensidad disfrutándolo como un regalo y también quiero tiempo para perdonar y para aceptar que hay cosas contra las que no me puedo rebelar. Si, mi primer deseo es tiempo, tiempo para la vida y para mi vida.
-- Es la primera vez que alguien me pide tiempo, que no es lo mismo que larga vida. Lo que pides es saborear el tiempo, vivir la vida a fondo conscientemente y plenamente. Considéralo concedido. 

-- ¿Tu segundo deseo?
-- Lo segundo que te pido es esperanza
-- ¿Esperanza? No me lo digas, para tener un punto de apoyo en la vida ¿cierto?
-- Casi, pero es más que eso. Esperanza para poder seguir adelante cuando no sepa si vale la pena levantarse y seguir luchando o no; para no estancarme en una posición cómoda y creer que lo que viene no solo es mejor sino que me hará mejor a mi y a través de mi a los demás. Esperanza para no juzgar al grupo por el individuo y creer que solo es una manzana podrida lo que hay en el cesto. Esperanza para poder compartirla con los demás en los momentos en los que el pesar les abate, alegra más que el dinero y se puede transmitir; una esperanza fundada es una probabilidad. Esperanza para tener el objetivo a la vista siempre aunque las nubes lo tapen. Esperanza, porque es lo único que nos hace seguir adelante en todo momento y es la base de la vida individual y social. Sin esperanza no hay vida, solo hay sufrimiento o la nada. Solo la esperanza quedó en la caja de Pandora precisamente por ello. La esperanza y el sueño calman, ¿qué sería de la madre infeliz que llora al hijo ausente sino abrigara en su corazón la esperanza de verle de nuevo? Yo creo que la esperanza mantiene al hombre y le da la vida; es pues el hombre, la vida, el alma de su alma. 
-- Eres una fuente de sorpresas. Cierto que la esperanza es el camino de la felicidad y haces bien en pedir una esperanza ilimitada. Cuenta con ella.

-- ¿El tercer deseo?
-- El último es más sencillo y más egoísta quizá. Una caricia.
-- Una caricia, ¿solo?
-- Si, solo una caricia pero repetitiva, que me calme cuando ya no pueda más; que me recuerde que tengo el tiempo y la esperanza. Una caricia de alguien que me aprecie y esté en ese momento a mi lado, aunque no esté en los demás. Solo quien siente que hay una mano cerca para tomarla o para posarla en el hombro es capaz de seguir creyendo en sí mismo y sin esa creencia nada tiene sentido. Una mirada y una caricia en el momento oportuno abren las puertas del paraíso.
-- Tienes razón, llámalo amor, amistad profunda, convergencia de almas o de sentires, todos tienen por base esa caricia que pides. Ni siquiera el amor necesita palabras, le basta con las caricias. ¡Sea! Es justo y juicioso lo que has pedido. Concedido todo, te regalo la empatía y la sonrisa contagiosa. Con todo ello tu entorno será feliz y te hará feliz.

Acabada la narración se debatió largamente sobre si el dinero era el mejor sustituto de la felicidad, sobre el uso del tiempo y la necesidad del amor o de esa "caricia" del cuento. Fue un buen debate.




3 comentarios:

  1. Creo que esta vez que tu amigo K se equivocó. El genio si está en nosotros, pero se llama deseo; es quizá el impulso creador y la voluntad solo la ejecutora. ¿No te parece?

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  2. Un deseo sin voluntad de queda en mero sueño. Coincido en que la voluntad es la ejecutora y por ello el genio, que es quien concede que se realice el deseo.

    Gracias por el apunte Herminio

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  3. La esperanza es como el azúcar en el té. Aunque muy poca, todo lo endulza. Proverbio chino

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