jueves, 23 de febrero de 2017

Sobre la justicia



Justicia:
Principio moral que inclina a obrar y juzgar respetando la verdad y dando a cada uno lo que le corresponde.
(DLE: Diccionario de la Lengua Española)


Si la justicia es igual para todos, no es justicia.
(Ibrahim S. Lerak, Cuaderno de Notas)


Una vez más me llamó S.M. a horas intempestivas. Se ve que es cuando, acabado el día, recapitula y medita. Las llamadas de S.M. por la noche suelen ser por temas filosóficos y me impiden dormir, pero como fiel súbdito acudo, escucho y digo la mía aunque no sea una opinión que le agrade. Me requiere para que diga lo que pienso, no para alabarle. 

Esta vez no fue diferente, nada más llegar me espetó: ¿Es mi reino justo? ¿Hay justicia en el pueblo? ... Y me lió. ¿Qué iba a decirle de madrugada? Pues lo que llevaba dentro. 

Majestad, la justicia se define como un valor determinado como bien común por la sociedad. Nació de la necesidad de mantener la armonía entre sus integrantes y por lo tanto es el conjunto de pautas y criterios que establecen un marco adecuado para las relaciones sociales. También podríamos decir como en Roma que Iustitia est constans et perpetua voluntas ius suum cuique tribuendi, «La justicia es la constante y perpetua voluntad de dar (conceder) a cada uno su derecho». Precisamente éste es el problema: conceder a cada uno su derecho. Hay que determinar cual es ése derecho y si todos tienen los mismos derechos y obligaciones, incluido el estado, Majestad. 

Permitidme citar al presidente Lincoln y como él, afirmar que la más estricta justicia no es siempre la mejor política. Pedimos a los súbditos que vivan honestamente, que no hagan daño a nadie y que crean en una justicia que da a cada uno lo que le corresponde. Un problema sin duda, porque la vara de medir depende de quien mide y de quien es medido. ¿Tiene el mismo castigo el robo de una barra de pan cuando se hace por necesidad o por simple diversión y ganas de no pagar? Si la ley castiga el robo debe hacerlo en general, sin entrar en detalles. Dura lex, sed lex por seguir con los romanos y sin embargo no es justa si la condena es la misma en ambos casos. Depende entonces la aplicación y su consideración de un juez, que es humano, con emociones y vivencias diferentes a otros jueces. La ley es justa cuando no aplica la misma pena al delito en sí y tiene en cuenta las circunstancias, pero es injusta cuando depende de un administrador que la aplica diferente que otro

Por otra parte, no todos los hombres son iguales. Unos han desarrollado más ciertas habilidades que otros. Sus capacidades son diferentes y por ello sus obligaciones reales y morales también han de serlo. Si la justicias es la misma para todos, entonces, Majestad, no es justicia. La justicia tiene que ser renovada y pensada más equitativa y radicalmente. Hay que extender la justicia a ámbitos de vida que no han sido considerados, hemos de poder hablar de justicia sexual, económica, de acceso al conocimiento, de justicia meta-social. Y todo ello sin dejarnos llevar por la voz del pueblo. La voz de la mayoría no es prueba de justicia. Las masas rara vez son justas y siempre son emotivas. Ser bueno, ser condescendiente es fácil, lo difícil es ser justo en cada momento. 

Incluso en los países en los que la población menor de 40 años es mayoritaria la justicia ha de ir a remolque de las costumbres sociales. No puede avanzarse en exceso a ellas porque éstas se han de consolidar y ser algo más que una moda. Por ello hay que trabajar en lo nuevo y aligerar las condenas de lo viejo si es que han perdido actualidad. No puede ser la justicia la misma y mucho menos la pena en una sociedad como Asiria bajo Hammurabi o la actual en Occidente, ni ésta comparada con la de Oriente. Toda justicia se debe medir en un entorno social y en una época determinada. Ni es tiempo del ojo por ojo ni es tiempo de mantener la esclavitud bajo cualquier forma que ésta haya evolucionado. Pero las formas cambian y por tanto la justicia ha de cambiar, igual que las penas. La justicia no debe ser simplemente racional, pero no puede ser emotiva; ha de ser simplemente humanística sin diferir grandemente de un veredicto a otro o al menos los precedentes no deben ser tomados en consideración ya que cada caso es único, como lo son los jueces, los encausados y los acusadores.

Me preguntáis si hay justicia en el reino, temo que la respuesta es ni sí ni no, sino todo lo contrario. Hay leyes que se cumplen mal, leyes que se incumplen y jueces que opinan pero no interpretan las leyes. El sistema es lento y pesado. Sin embargo los derechos mínimos están salvaguardados por la justicia. La justicia no está en quiebra, pero lo estará si no se actúa rápido y se recuerda que para ser justos las leyes no se deben aplicar igual a todos

Una vez más S.M. me despidió con la mirada y se quedó meditando. Creo que entendió que el juez debe tener el libro de la ley en la mano y el entendimiento en el corazón, aunque yo preferiría que repasara los Proverbios de la Biblia y se fijara en aquello de Rey que juzga con equidad a los humildes, su trono afianzará para siempre.


domingo, 12 de febrero de 2017

Yo soy el que soy / I am that I am (III)



Puede que realmente seamos dioses, pero sin escuela. Necesitamos aprender.
(Ibrahim S. Lerak, Cuaderno de Notas)

No es posible la educación de masas, solo la de individuos. Lo contrario es adoctrinamiento y va en contra de la libertad.
(K, anotacioes dispersas)

La escuela, la fábrica y la cárcel constituyen las tres grandes instituciones donde se forja, populariza e interioriza la noción de un sujeto autoconsciente responsable de sus actos.
(Raimundo Cuesta, La escolarización de las masas, un sospechoso y "feliz" consenso transcultural, Cuadernos de Pedagogía, 334, 2004))



Había causado impacto el último conferenciante provocando con su "somos dioses" así que le pedimos una tercera intervención que resumiera el tema y nos aclarara algunos puntos porque los debates anteriores habían sido largos, interesantes y realmente incitadores.

Podemos resumir lo expuesto anteriormente en unas pocas afirmaciones con las que podemos estar o no de acuerdo, pero que son reales:
     .- lo que vemos en los demás es nuestro yo en fragmentos, tanto lo que nos gusta como lo que no nos gusta
     .- todo lo que existe es producto de un sueño
     .- detrás del sueño está nuestro cuerpo
     .- si no nos gusta nuestra vida o cambiamos el sueño o nada pasará
     .- sólo tenemos un enemigo para cambiar: nosotros mismos

Pero hay que ser sinceros y honestos, no basta con soñar ni desear. Ya hemos dicho que el deseo ha de ser profundo, real, visceral; pero no basta, hace falta un plan, sin plan es solo un deseo ligero, no un sueño. Hay un plan secreto, interno, que es el de no hacer nada porque nos destruye, destruye lo que hemos hecho y logrado hasta ahora. Es el que elaboramos internamente para no salir de la zona de lo conocido, del confort de lo habitual. La verdadera lucha es contra el yo que nos impide ser libres. 

Mucha gente lleva una vida que podríamos llamar insulsa en el fondo, como hipnotizados por la sociedad y uniformados vamos hacia la muerte del hombre individual. El camino de la insatisfacción permanente nos lleva a abandonar todo intento de salir del círculo. Darse cuenta de ello es el primer paso para reconocer que somos nuestro obstáculo para el desarrollo de nuestras capacidades. SOÑAR, con mayúsculas, nos evita ser marionetas. La vida no es la causa y el hombre el efecto, es al revés. Yo sueño y creo realidad y por ello mi vida. En los demás vemos lo que hay que hacer y lo que hay que eliminar porque todo está en nosotros. Soñar también es jugar a "quita y pon". Quita de ti lo malo que ves en los otros, pon lo que admiras de ellos. Nos es más que potenciar lo que tenemos y somos. "Ellos" son nuestra proyección. No hemos de crear nada nuevo, lo tenemos dentro.

Cierto es que es una guerra con muchas batallas que solo se ganan con dos armas: voluntad y constancia. Lo que cuenta es el compromiso interior y el saber reaccionar; evitar que el pensamiento negativo nos vaya corroyendo. El sueño es realidad sin tiempo, es la semilla de la creación. El mundo es como es porque nosotros somos como somos y no al revés. 

En cuanto a lo de ser como dioses ... bueno, moriremos. La inmortalidad no es evitar la muerte más bien es amar (del a-more: no muerte), crear y perdurar en los sueños. Pero antes de acabar, una última reflexión: el deseo material no es sueño, es tiempo y no podemos poseer el tiempo. El sueño es la ausencia del tiempo, solo así creamos realidad.

Siguieron las intervenciones de los asistentes, una vez más la ponencia había sido provocadora, muy provocadora de hecho. ¿La consecuencia? Cuando llegamos todos a casa éramos dioses en potencia.



viernes, 10 de febrero de 2017

Yo soy el que soy / I am that I am (II)



“Existe la convicción de que tenemos el potencial de ser creativos y de transformar cómo percibimos o experimentamos la realidad. Esto nos otorga una responsabilidad y un poder certeros sobre nuestra vida diaria. Imaginar la vida es una forma de enriquecerla porque la imaginación tiene un impacto sobre la realidad: sabemos ahora que el cuerpo se modifica química y fisiológicamente al ritmo de nuestros pensamientos.”
(Elsa Punset, Inocencia radical)


Si no podemos cambiar ¿dónde queda el libre albedrío?
(Ibrahim S. Lerak, Cuaderno de Notas)


Dicebamus hesterna die... así comenzó la segunda parte de la presentación, la que pedimos al ponente al hacerse evidente que realmente es nuestro estado de ánimo quien crea la realidad. Habían pasado ya más de un par de semanas, pero citó la frase de Fray Luis de León para marcar la continuidad. 

No esperes resultados diferentes si siempre haces lo mismo. Es la famosa frase atribuida a Einstein, que en nuestro caso podemos reformular como si siempre haces lo mismo nunca sabrás lo diferente que puedes ser. Algo que parece obvio pero que necesita un principio, ése de romper la resistencia del que hablábamos la vez pasada.

¿Cómo reaccionamos ante un suceso? En función de nuestro estado de ánimo. Si se vierte el café sobre el traje nuevo antes de una entrevista el resultado es ira dirigida contra quien ha causado el desbarajuste. Si se vierte sobre la camisa o los pantalones que no nos gustan y nos ponemos por obligación, la reacción es casi de alegría y no solo no hay enfado sino que hay hasta risas. Es evidente que son nuestros estados de ánimo los que condicionan los hechos: nuestra reacción nos hará tomar un camino u otro y por lo tanto condiciona una secuencia de sucesos y realidades diferentes. Si el estado de ánimo condiciona la realidad y ésta a su vez al estado de ánimo... ¿cómo rompemos el círculo vicioso? Se rompe pensando. Parando. Liberando la mente de la emoción y dominándola. Los hechos son la materialización de nuestro estado emocional, no de nuestra razón que normalmente es débil y solo justifica los hechos pero no detiene a las reacciones. Si no lo hacemos no avanzaremos. Dicho de otro modo: nuestros pensamientos crean un camino, una realidad y atraen los sucesos del futuro inmediato. Y recordad que no dejamos de pensar. Nos da la sensación de que las cosas vienen de la nada, no somos conscientes de nuestra elección cada momento. Nada sucede sin nuestro conocimiento y voluntad aunque no seamos conscientes de ello. Nada personal. La muerte de un pariente o amigo puede no estar relacionada con nosotros, o quizá si; pero eso es algo muy complejo y teórico de momento.

Pensar es crear destino. Los estados interiores y la realidad de los sucesos es lo mismo. La misma relación que materia y energía. Dos caras de la misma moneda. Una de las verdades populares dice que lo similar atrae a lo similar. Si nos preguntamos la razón de que algunos tengan éxito y otros no y lo hacemos honestamente veremos que la base real está en el deseo, en la voluntad en la reacción racional. Esto ABRE un destino. Es muy fácil decir yo soy como soy y si no soy más no es culpa mía, me hicieron así. Nada más falso que esto. Somos como somos porque queremos ser así. O modificamos las reacciones ante lo que nos ocurre (en algún momento hay que empezar) o seguiremos como antes. Si cambiamos el estado interior -ya hemos dicho que es necesario parar y pensar- modificaremos los sucesos, modificaremos el pensamiento y por ende la vida.

Para ese paso de bruto emocional a ente racional hay que seguir tres etapas:
.- la auto-observación
.- el razonamiento
.- el reconocimiento

La auto-observación que nos lleva al camino de la auto-corrección. Hemos de quitar las máscaras del pobre de mi, de nuestros miedos -lo más difícil porque no sabemos si son miedos o realidades aunque siempre son miedos que crean realidades- y las de no podré.

El razonamiento para no caer en la tentación de pensar que todo nos viene sin causa ni razón. Si no lo entendemos y enmendamos, todo seguirá igual una y mil veces.

El reconocimiento del mea culpa. El mea culpa del credo que hemos tomado como algo religioso y es mucho más que eso. Es la muestra de la puerta del nuevo camino. Lo que me sucede es porque yo lo atraigo. Mea Culpa, sí y si lo vemos y entendemos ya habremos entrado en el camino de las realidades positivas.

¿Pero es realmente posible cambiar la realidad? La respuesta es un SÍ, en mayúscula. Solo dos apuntes, los estudios de Bruce Lipton que explican el cambio a nivel celular (esto para los puristas de la ciencia) y el efecto coche. El efecto coche, que es válido con otras cosas, pero más cercano con el coche. Cuando queremos comprar un coche determinado "de pronto" el mundo está lleno de coches iguales al que queremos comprar. Ver esto nos refuerza y nos justifica la compra. ¿Hay más coches iguales al que queremos comprar de golpe? Obviamente no, es que nuestra mente nos muestra más un aspecto de lo que nos rodea, somo más permeables a nuestra realidad. Acotamos el global y fijamos el interés en algo... que nos conduce a reaccionar de un modo que a su vez crea una realidad que antes solo era una posibilidad.

Para ello, de nuevo os digo, paremos, pensemos y soñemos. El sueño convierte el pensamiento en realidad con el tiempo. Recordemos que el mundo puede ser una pesadilla violenta si olvidamos que somos nosotros quienes lo creamos.


Siguió la discusión tras la provocación del ponente. ¿Realmente somos creadores? Si lo somos, ¿somos dioses? ¿Tenemos libertad para serlo? Fue larga la sesión y salieron varios temas para tratar en las próximas reuniones.




sábado, 4 de febrero de 2017

Yo soy el que soy / I am that I am



Crear orden es pasar de un estado frecuente y ordinario (como un bloque de mármol inicial) a otro altamente improbable y único (la obra de arte), de mayor perfección.
(J. Wagensberg)


El sentido de la vida no lo sabemos, pero será el que seamos capaces de darle.
(Ibrahim S. Lerak, Cuaderno de Notas)

Hay un pequeño espacio entre los deseos y los logros pero solo se atraviesa con el deseo profundo.
(K., Anotaciones Dispersas)



La última reunión mensual del club de los narizones fue curiosa. Todos tenemos en común esa nariz especial que nos hermana, nos hace diferentes a los demás y nos lleva a mostrar orgullosamente que somos especiales. De eso iba precisamente el tema, del Yo soy YO. No era de extrañar que el ponente empezara citando el versículo 3:14 del Éxodo  "Yo soy el que soy" y plantear la pregunta típica: ¿Qué queremos decir cuando decimos “yo soy, yo creo, yo…?

Aparte del bíblico “Yo soy el que soy” ¿Quién sabe realmente lo que es y quién es? Solo quien se conoce a sí mismo, quien es dueño de su vida, quien posee voluntad propia, independiente, puede decir con propiedad “YO”. Los demás somos una amalgama de sensaciones, creencias y temores atrapados en eso que llamamos vida en sociedad y en la que vemos y proyectamos nuestros fantasmas interiores. Somos una multitud de entes en lucha interna y lo que queremos es poner en orden esos entes y cambiar. Cambiar porque cambiando ordenamos, priorizamos, esperamos vivir mejor y también porque cambiamos el mundo. ¿Lo cambiamos realmente? Solo vemos el mundo que nos es afín y mejorando nosotros lo perfeccionamos. ¿Se puede? Sin lugar a dudas aunque no es fácil y no es cómodo. Hay una resistencia a salir de lo conocido, a tomar un riesgo y crear una rutina nueva.

Quizá el primer paso sea vencer la resistencia al cambio. Ese enemigo que llevamos dentro y que nos hace tener miedo a abandonar la zona de confort. Ese enemigo que nos lleva a tener dos vidas: la que tenemos y es visible, y la que podríamos tener y se queda dentro como sueños y no se convierte en real precisamente por la resistencia al cambio hasta que decidimos que el sueño se ha de convertir en nuestra realidad.

¿Pero cómo cambiar? Todos los libros de autoayuda coinciden en ello: teniendo claro que queremos cambiar y venciendo la resistencia. Fantástico... solo que no sirve para nada. Cuando estás en el pozo negro necesitas una mano que te guíe, no palabras. No voy a contaros las historias del caballo o de la rana en el pozo, todos sabemos que hay mucho de decisión propia para salir de él y algo de ayuda exterior. Cuando estás fuera, las palabras de ayuda son bonitas y de poco valor. El primer paso debe ser la reflexión, mejor si es programada y no dedicar ratos aislados que seguro se diluyen en el tiempo. Como decía Somerset Maugham “Escribo solo cuando la inspiración me llega. Afortunadamente llega cada mañana a las 9 en punto”. Es bueno recordar el proverbio judío que reza: "Si siembras una acción, cosecharás un hábito; si siembras un hábito cosecharás un carácter; si siembras un carácter cosecharás un destino." O dicho más simple, el hábito sí hace al monje si se actúa como tal de modo constante. 

Bien, pero ¿qué acción? Lo más importante es parar y reflexionar, darse cuenta de las muchas cosas que llevamos dentro y establecer en qué queremos cambiar. No hablo de un plan de cambio, sí de determinar un objetivo. Si no sabemos a donde vamos no llegaremos nunca. Por tanto el primer paso es la constancia en la reflexión. Parece absurdo, pero si programamos ir al gimnasio a las 7 ¿qué nos impide programar el pensar a las 9? 

Sabemos cuándo y cómo empezar, solo nos queda hacerlo; pero necesitaremos algo más. Soñar. Soñar que somos libres de cualquier atadura, de cualquier creencia anterior, de la sociedad, de nuestros hábitos e incluso de nuestros gustos. Soñar sin dejar de hacerlo, porque el sueño es lo que nos acerca a la realidad, es lo que la hace nacer. Lo difícil es soñar, porque una vez sabemos lo que soñamos es más fácil convertirlo en hechos.

El primer sueño, la primera realidad, es que todo depende de nosotros de nuestra actitud frente a lo que nos sucede. Todos conocéis la historia de la piedra esa que explica que el distraído tropieza con ella, que el violento la usa como proyectil, el cansado como asiento, que David la usó para derrotar a Goliat… y siempre es la actitud del hombre la que nos lleva a un final u otro con el mismo material. Lo mismo sucede con la vida. Según como reaccionemos nos irá y nos desarrollaremos. Pero es necesario parar y pensar. No dejar que nos dominen las emociones. Parar y reflexionar. Concluir. Razón y emoción. Solo así podremos avanzar.

No somos infalibles,  pero somos conscientes de las limitaciones de nuestra vida social y fabricamos nuestra vida soñada. Podemos diseñar el plan del cambio, la transformación del “yo”. Muy probablemente no lo podamos hacer solos, necesitaremos al grupo, al otro, a alguien que pueda activar en nosotros el resorte de la acción y nos sirva de sparring o de guía. Mucha gente no logra cambiar porque no vence la resistencia a luchar por conocerse y dar el paso del cambio. El camino de la auto-mejora cambia nuestro destino y el del mundo que nos rodea. El mundo es algo que nos ha sido descrito y que aceptamos, no algo inamovible. Cambiarlo, cambiando nosotros, está en nuestra mano; pero no banalicemos el esfuerzo, no es como cambiar el lavavajillas o el canal de televisión. No se hace con un clic. Requiere tiempo, esfuerzo, atención y constancia.

Lo que soñamos y creemos es tan real que parafraseando a Henry Ford tanto si pensamos que podemos como si pensamos que no podemos, estamos en lo cierto en ambos casos, pero solo uno nos sirve para mejorar.

La discusión fue larga, variada y muy amena. Tanto que se convino en tener una segunda sesión extraordinaria para seguir con el tema cuando se vio que realmente es nuestro estado de ánimo quien crea la realidad.





viernes, 27 de enero de 2017

No tuve suerte en la vida





No existe la mala suerte, sino falta de previsión o preparación.
(K, Anotaciones Dispersas)

Tiene sombra de manzanillo.
(Dicho popular cubano)

Sors est sua cuique ferenda.
(Manilio, Astronómica IV, v22)



La reunión del círculo este mes trataba el tema genérico "disculpas". El ponente le dió una vuelta de tuerca al tema y lo convirtió en disculpas ante la vida. Ésta fue su provocadora introducción al tema. 

Mucha gente, me atrevería a decir que todos nosotros, culpa a terceros o a hechos que no tienen nada que ver cuando no logra algo. Desde excusas fáciles como "llovía y no pude ir" a otras más serias como "no tuve suerte en la vida". De este caso os quiero hablar hoy. Más de una vez hemos oído todos a algún amigo o conocido que no ha tenido suerte en la vida y que por ello está donde está en lugar de donde él cree que debiera. Yo os pregunto si es así, si es la suerte que nos gobierna ¿o si somos nosotros quienes no estamos a la altura? Dejadme que os cuente una anécdota real de empresa:

"Pepe" me pidió un aumento de sueldo arguyendo que hacía mucho tiempo que no se le subía y que llevaba muchos años en el puesto. Ya sabéis que no considero que llevar muchos años en el puesto sea motivo de aumento de salario ya que lo habitual es apoltronarse y no hacer mejor las cosas sino menos y más pontificalmente. Se cobra por un trabajo bien hecho, no por los años que se lleva en el cargo. Le pedí que preguntara en el hotel de al lado el precio y disponibilidad de una sala de reuniones para la próxima convención de ventas. Fue y me dio el parte: Tienen una sala disponible, el coste es en función de lo que queramos (proyector, música, aperitivos, café y aguas) y hay que pasar a hablar con ellos para determinar lo que queremos exactamente. La verdad es que "Pepe" no aprovechó la oportunidad para demostrarme lo que valía. Se quejó de tener que haber hablado con tres personas antes de saber si la sala estaba libre o no y de no darle la información telefónicamente. Me recordó a las carretas vacías: siempre hacen más ruido que las llenas. "Pepe" se había quejado de que "José" que llevaba menos tiempo que él hubiera ascendido. Ambos hacían el mismo trabajo ... aparentemente. La verdad es que solemos juzgar sin saber bien de lo que hablamos, es humano pero no justo. "Pepe" es de los que dicen que la vida no le ha tratado bien, que no ha tenido suerte. En este caso la mala suerte era tenerme como Jefe.

¿Qué hice? Llamé a "José" y le pedí lo mismo. No tardó mucho en volver con su informe: el hotel disponía de tres salas, una de ellas divisible en dos por si se necesitaba trabajar por grupos o había más gente de lo previsto, también se podían montar unas mesas con café y pastas y lo necesario. Traía el coste de todo incluido el proyector, los ordenadores, música y precio de dos habitaciones por si eran necesarias para que la gente se cambiara en algún momento ... 

No sigo, creo habéis entendido el mensaje. Un mismo problema y dos soluciones diferentes. Somos nosotros quienes con nuestra reacción labramos la suerte. No es la suerte que viene a torcernos el destino. Sólo nosotros decidimos el camino que queremos seguir. La culpa y el éxito están en nosotros. Todos somos iguales pero nuestra reacción ante la adversidad no. El puré se descompone en agua hirviendo, el huevo se vuelve duro. El problema es el mismo, la reacción nos muestra como somos o queremos ser. En nuestra mano ser puré o huevo. 

Pocas personas hay que no tomen la verdad como injuria y "Pepe" creyó que "José" tenía razón, pero que si a él le hubiera aclarado que ... Excusas. Cuanto más se quería defender más se liaba. La verdad desnuda es un ácido corrosivo que suele salpicar a quien la maneja a su antojo y "Pepe" solo veía su verdad. La vida nos trata por igual si buscamos soluciones a los problemas y si nos esforzamos en dar lo mejor de nosotros. Para quienes no asumen sus errores o su falta de espíritu la culpa siempre es de otro o de la mala suerte. Hay que saber juzgar el pasado con perspectiva honesta y no escudarse en razones de auto-complacencia. La suerte existe y ayuda, sí, pero mucho menos de lo que solemos creer aunque ya sabéis que la verdad completa no es de este mundo, si me permite Carolina Ivanowska parafrasearla. 

Acabada la ponencia se discutió mucho acerca de la suerte y del reconocimiento en las empresas. También en la vida, pero se reconoció que la verdad es que tenemos que decidir entre ser hombres puré u hombres huevo. El resto viene en función de lo que elijamos.



martes, 24 de enero de 2017

GFS: Global Functional Stupidity





Definition of stupid:
1a:  slow of mind :  obtuse :  given to unintelligent decisions or acts :  acting in an unintelligent or careless manner :  lacking intelligence or reason :  brutish
2:  dulled in feeling or sensation :  torpid <still stupid from the sedative>
3:  marked by or resulting from unreasoned thinking or acting.  Senseless  > a stupid decision> 
4:  lacking interest or point <a stupid event>,  vexatiousexasperating <the stupid car won't start>
(Merriam-Webster Dictionary)

La estupidez funcional se instala al pensar en el corto plazo solo; al banalizar los problemas en aras de la inmediatez de la solución.  Su resultado es la destrucción. Se encuentra en todas partes sin excepción.
(Ibrahim, S. Lerak, Cuarderno de Notas)


The last meeting of the nosers' club was dealing with the fact that in society we seem to see more and more acts and facts that we not only don't understand but believe to be rather stupid. To understand a bit why it is more and more common to find stupid actions in our normal life, the speaker introduced us to the GFS disease. An illness that affects evolved societies that have not the urgent need to survive at short term. There is a cure to GFS (Global Functional Stupidity) but history shows a worrying 90% of mortality once it is epidemic. This was the speech: 

Attributed to Mark Twain is the saying: Never argue with stupid people, they will only drag you down to their level and then beat you with experience. It is a reality, and has a lot of common places with other situations like in the family, in business and in social relations. 

Not all the people are equally interested in all aspects of life. There are people that are more prone to sport and other to mental activity (to take two extremes). In general, society is a mixture of all possibilities and, as humans tend to be gregarious, a middle point is considered as comfortable for the “normal” communication. Very often a person that is focused one specific item and speaks long about it is seen as a bore or tiresome … and left alone with his thoughts and work. Sometimes highly skilled people have to cope with others that are not understanding (or won’t understand) and insist on keeping an “equal basis dialog”. In these moments the tendency of the skilled people to lower the level and argue is a normal reaction, as the human need of agreeable social relations must be kept to survive and cooperate. What happens is that we tend then to be nice, not to say all we know and with a smile enter into a “wait and see” situation. 

This occurs in families, in work and when socializing. What do we do? We do our work, we comply with our obligations, we abandon the idea of convincing others, we do not think on what we do on a broader basis… If smart people are encouraged to not think and reflect at work we speak about functional stupidity. It can be due to the wish not to disagree with the boss or with colleagues or just to be nice. It can be catastrophic, lead to the point of destroying the company or incur in heavy disasters. One of the short-term benefits of this situation is that as it is much more comfortable and easy, it does not generate stress or conflict in the company and all answers are already known. No need to think alone and on top the group supports the action. We are so conditioned to think and act in a certain way, that to have own ideas or elaborate thoughts is revolutionary. There are countless commonplace examples of businesses accepting and encouraging functional stupidity within their organization; from unsustainable management fads to an over-reliance on brand and image. An example can be executives who are more interested in great power point shows than systematic analysis or schools focused more on developing impressive strategies than educating students, or technology firms that are more interest in keeping a positive tone than addressing real problems. A dose of functional stupidity can be useful and produce good, short-term results: it can nurture harmony, encourage people to get on with the job and drive success. But what effectively happens is that at the end what is lost are vision, motivation, talent and skills, not to speak about the group’s rupture. 

Is incredible that smart firms with intelligent people do such stupid things. Often they hire smart people and then encourage them not to use their intelligence. The smart people will naturally think for themselves and ask questions. But this is discouraged in subtle and not so subtle ways. Employees are told things like 'don't think about it, just do it', and 'don't bring us problems, just bring us solutions'. The smart workers quickly learn not to ask too many questions or to think too deeply because fully using their intelligence will result in awkward questions that might upset their superiors as well as their co-workers. The easiest course of action is just to get on with the job. 

The point but, is that this is not only happening in business, is a common transverse-social problem. It happens in families, educational boards, not to say political parties and situations. When we have a family where the parents have arrived to be in a functional stupidity position, we will see a nice happy family from the outside. But when looking closer we find parents not encouraging children to question items, not to think too much (better a TV or any game than think) or push to be “equal to the others” creating a false sense of group. Who tells don’t use facebook/twitter or similar? On the contrary, policy is to open an account to “watch and control” (?) and show how cool we are that we share it with the children. Immediate benefits are clear. Not using intellect avoids questions, makes life easier and apparently happier. 

However, this may create big problems in the long term. To overlook problems, choose easy solutions and just come with the first idea to solve a situation leads to a disaster because not all was done what could have been done. And then who is considered guilty? Never the person, never the company or the family… guilty is the society that leads us to these points of stupid result. We have seen it in baking, in IT companies, in families that are unstructured and have complicated relations with youngsters, in schools that don’t know how to redress the situation with violent or unmotivated students. But who forms society? WE! 

The solution when it is too late to solve seems to prevent future cases, to make new laws, procedures and regulations. Useless remedies that will only encourage people to think less and do worse. But we can prevent it: Organisations can encourage an environment of reflection by building ‘challenge’ into thought processes coming up with questions, not solutions. Organizations can harness theirs employees’ skepticism to get rid of pointless initiatives; for instance, identifying and disposing of empty management speak, which wastes people’s time and achieves little. Quality of work, co-responsibility, integrity, honesty … needed values to solve the problem. Parents have to be educated in a view of what society will be in the future, have to be re-adapted in views like the teachers have to do. To stay with old concepts means to insufflate values that are no more useful not only to survive but also to be productive in society and build the needed personality. In our hands to solve it or not.

The session was very active and most of the interventions showed that we all know many cases of infected entities. The need to act seems urgent.


sábado, 14 de enero de 2017

Abriendo la puerta





Todo final es el inicio de un nuevo camino.
(Dicho popular)

Sitúate fuera del momento y míralo como si fuera pasado, automáticamente verás la puerta del futuro.
(K., Notas dispersas)


Carolus máximus,

Recuerdo cuando me dijiste que los años deben ser siempre años 10 a pesar de lo que nos pasara. Añadías aquello de que nadie nos puede quitar una única cosa: reaccionar ante los que nos sucede del modo que queremos. Esa elección por la cual decidimos resistir o sucumbir y para ti el conformarse era sucumbir. Apostillabas que un año 10, si además lo era numéricamente, era un año de cambio, de transformación anímica. No te bastaban los cambios cíclicos cada 11 o 12, las etapas vitales que llamabas. "Un año que suma diez, es un año de grandes dudas y grandes transformaciones. Las verás fuera y dentro de ti." La verdad es que así ha sido ... más o menos. Quizá lo haya sido siempre y por haber aceptado situaciones (sucumbido ante ellas según tú) no lo haya notado de modo claro. No se tiene de modo constante la misma fuerza para resistir o emprender un cambio. La motivación debe ser interior, pero se necesita combustible para que funcionen los motores. El movimiento sin algo de apoyo exterior cuesta mucho más. El huevo que se rompe desde dentro es un signo de fuerza y desarrollo, el que se rompe desde fuera puede serlo si el palo no es demasiado gordo y si el polluelo que nace no se siente irremediablemente dañado. Spinoza escribió que Affectus, qui passio est, desinit esse passio simulatque eius claram et distinctam formamus ideam.” La emoción que sufre, deja de sufrir en cuanto tenemos una visión clara de ella. 

Es éste un año 10, un año YOD, de inicio de oportunidades, originador de ideas y de acciones. Un año de inicio de viaje evolutivo. De hecho de conjunción del hombre con el cosmos. Solo hay que visualizar la meta y poco se puede interponer para lograrla. Quien pierde fe en el futuro está abocado al desastre. El problema, querido primo, es saber si lo que visualizamos nace del deseo profundo o es solo un calmante para el alma. Sí, lo sé, me dirías que es fácil de averiguar, que basta con intentar que el deseo sea realidad y que si es cierto que es profundo lo sabremos enseguida. El buen camino siempre es cuesta arriba. 

Tenemos mala memoria. Admiramos las grandes obras de la antigüedad, pero no recordamos el sufrimiento o el trabajo que exigieron. Dos generaciones y olvidamos como era la vida antes. Generamos un confort que exige más trabajo o mayores complicaciones. Nos auto-engañamos creyendo que es en esta época en la que vivimos mejor que nunca y cuando cambiamos y llegamos a liberarnos de algo, de una armadura o de un freno notamos el miedo y el vacío. Es tanta la fuerza de la comodidad de lo conocido aunque no sea bueno, que un cambio nos hace temblar hasta el tuétano. Se requiere no solo determinación y claridad. Es necesario un disparador. A veces el catalizador es una persona externa (incluso desconocida), otras es un hecho interpretado como un signo y las menos la desesperación. La fuerza la llevamos dentro, el pistoletazo de salida viene de fuera. 

Éste es un año 10. Les he preguntado a las sibilas y he seguido el ritual. Todo indica lo positivo dentro de la incógnita. Pero no dejo de recordar a Creso cuando consultó al oráculo de Delfos y la famosa profecía: "Si Creso cruza el Halys, se destruirá un gran imperio" y destruyó el suyo; pero repito, si no creemos en el futuro le abrimos la puerta al desastre. Solo quien arriesga se desarrolla. Siempre tenemos la edad de rectificar y encarar éxitos, de mantener el interés de seguir creciendo con la fuerza de nuestros deseos. Creo que vivir, querido primo, es empezar cada día con una sonrisa y no doblegarla ante tristezas o dudas, sino mantenerla con la seguridad de que el corazón tiene más neuronas que el cerebro y que la razón solo justifica la emoción.

Brindo por el año 10 y dejo para otra ocasión tu comentario acerca de romper las tinieblas del camino con la espada flamígera.

Un abrazo, primo





domingo, 11 de diciembre de 2016

Yissakar: En defensa propia




Yissakar: Nombre hebreo derivado de la raíz skr = comprar, obtener; significado: obtenido en recompensa. Puede estar formado también por los sustantivos is=hombre y skr=salario. Significado en este caso: Hombre de salario, de sueldo.
(M.L. Heitzmann Pérez, Nombres bíblicos en el santoral católico)

30 monedas de plata se pagaban por matar accidentalmente a un esclavo. Una nimiedad. Por ese precio solo se traiciona por odio extremo o por amor.
(Ibrahim S. Lerak, Cuaderno de Notas)

La historia no juzga: condena o ensalza en función de los libros que sobreviven.
(K, Anotaciones dispersas)

En la reunión del club de narizones el orador fue un joven teólogo revolucionario que nos provocó ya con el título de su ponencia: "Judas, testigo de descargo". Fue una ponencia larga con pasajes muy provocadores y adogmáticos que nos sorprendió por el contenido y por la vehemencia con la que habló. Este secretario ha optado por reproducir parte de la conferencia ya que al intervenir en ella no toda se pudo anotar correctamente.

-- Estamos en época de alegría religiosa. Pronto celebraremos el nacimiento de Jesús o Jesucristo como queramos llamarle. Todo es alegría como todo es llanto cuando se conmemora SU muerte. Me toca las narices que en nuestra época racionalista no seamos capaces aún de ver más allá de nuestras narices y entender que la historia miente. O, incluso peor, que no modifiquemos los libros y mantengamos los errores en ellos. 

Hace ya 40 años salió a la luz el llamado Evangelio de Judas, un texto gnóstico de los cainitas del s.II; en él se valora positivamente a Judas Iscariote, que en los cuatro evangelios canónicos es considerado como traidor a Jesús. Según este evangelio gnóstico, Iscariote, el discípulo favorito, entregó a Jesús a las autoridades en cumplimiento de un plan previsto por el propio Jesús. No voy a reproduciros las 26 páginas del Evangelio pero sí tomaré la posición de Yissakar, el probable nombre real de Judas, ya que al ser el único apóstol de Judá es más probable que Judas signifique "el judeo" en oposición a los demás "galileos".

Llamado a defender él su posición en el juicio que hace la historia de sus acciones esto es lo que diría en su descargo: 

Se me juzga a priori como traidor, como deicida incluso, como si se pudiera matar a un Dios. ¿Desde cuando los dioses mueren si son verdaderos? Millones me maldicen y no saben. Condenan y no conocen. Saben mi nombre pero no mi historia. Han oído lo que he hecho, pero no por lo que he pasado. Saben donde estuve, pero ignoran las razones y ni saben de dónde vengo. Me llaman traidor y ladrón, pero no saben lo que he sufrido. Han oído de mi muerte, pero no saben la razón. Solo suponen. Saber mi nombre y mis actos no significa conocerme. ¡Que dejen de juzgarme!

Durante más de dos años he estado con Él, con quien todos apodan "Maestro". Tengo una buena educación, he renunciado a una buena familia, a una buena posición. No soy alguien que necesite creer para salir de la miseria. Me han llamado ladrón. ¿Puede ser un ladrón el tesorero? ¿No le vigilan los demás? ¿Lo elegiría Jesús que conoce el alma de cada uno? Absurdo. Se calumnia a posteriori, cuando no se puede verificar, solo para dar fuerza a argumentos que no se sostienen. Mateo podría haber sido tesorero, pero me eligieron todos ellos a mi. Salir de una posición buena para ir con el Maestro casi 3 años no es una inversión y, desde luego, no da fama ni dinero. Pensad solo en la vida de los apóstoles durante ese tiempo ¿era lujosa? ¡Tonterías!

Otros dicen que yo quería gloria. Ser ministro del nuevo reino. Que me decepcioné cuando vi que el Maestro no iba a mostrar su poder ni su gloria en el nuevo reinado. Que por ello me ahorqué. La gente no piensa, solo busca argumentos que parezcan creíbles sin entrar en detalles. De haber delatado a Jesús por decepción, por no mostrar su grandeza ¿me hubiera suicidado yo antes de que le ejecutaran? ¿Cómo iba yo a saber el momento en el que ÉL iba a probar su divinidad? Si de verdad yo hubiera esperado que se mostrara como un Dios hubiera esperado hasta el final. Si lo que quería era poder ¿para qué colgarme antes de ver que no había nada que esperar? Incluso después de su muerte podía esperar el milagro. La desesperación que nos lleva a la muerte solo se produce cuando todo lo demás ha fracasado. Y yo no le vi morir.

No voy a exculparme por lo que hice. Podría decir que Él ya sabía todo lo que iba a pasar en esa semana. Él se guiaba por las profecías. Todo estaba escrito. Entonces ... ¿era ese mi destino? ¿sin libre albedrío? ¿Tenía yo la necesidad de vender al Maestro por 30 miserables monedas? ¿No disponía yo de las donaciones y dinero de la comunidad? ¿Cómo Jesús que expulsó a demonios de otras personas no me expulsó a mi? Me ordenó claramente mis actos: Lo que tienes que hacer hazlo ya me dijo. Si, cobré 30 siclos de plata, el valor de un traje bien hecho. Dejadme que os diga, si era odio lo que me movía... ¿me hubiera ahorcado? ¿No habría esperado y mirado feliz lo que le sucedía? Y si era dinero... ¿solo por un precio ridículo? La gente no se para en los detalles, con una idea les basta para defender una posición. Pensar cuesta esfuerzo, creer es sencillo y libera de responsabilidades. La vida solo es un 10% lo que sucede y un 90% como reaccionamos.

Las gentes dicen que le besé para señalarle. ¿De verdad era necesario? ¿No le conocía la gente? Jesús fue recibido de manera apoteósica apenas cinco días antes. Era conocido por todos, había predicado en el templo a la vista del pueblo y de los sacerdotes. Le besé en la mejilla porque éramos amigos. Los discípulos besan en la mano, los amigos en la mejilla y los amantes en los labios. Habíamos hablado durante toda le cena, la "Última Cena" y en ella finalizamos el plan que urdimos los dos. Nadie se dio cuenta. Eran pescadores, gente sin nivel salvo algunos. Carne de ilusiones en aquella época. ¿Os extraña? Un plan, si. Él no paraba de citar las profecías, de ajustarse a todo para ser el Mesías. Un iluminado. Bendito iluminado que arrastró masas con un discurso de esperanza. Él se creyó su papel. En su paranoia era ante si mismo el Mesías. El Ungido. Le gustaba el papel. Lo vivía en cada momento. Yo le preparé algunos de los trucos. ¿Multiplicación de panes y peces? Yo los había comprado. Cura de ciegos, Lázaro... ¿alguien cree que Lázaro resucitó vendado y cubierta la cara dando saltitos? ¡Por favor! estaba vivo. YO le convencí. Algunos milagros necesitan un empujón aunque el mago no lo sepa.

Yo creí en su mundo nuevo. En la nueva oportunidad. No en la gloria terrestre, creí en la Gloria en la nueva justicia, en el cambio de la ley mosaica. Creí en Él, ciegamente. Deseé ardientemente que fuera cierta la redención del hombre. No el reino terrenal. Creí en la Justicia con mayúscula. En la nueva ley que daba esperanza a los olvidados y a los marginados. Por eso tuve que venderle y hacer de él un mártir. Porque creí en su palabra. Fue en la cena cuando me di cuenta de verdad que Él no creía en nada. Solo era un iluminado que se movía en función de las escrituras para ser el elegido. Pero era un pobre hombre trastocado por su papel. Nada estaba en el guión. Ni el mismo creyó lo que decía. ¿Era un desdoblamiento de personalidad? No lo sé ni lo sabré. Pero el engaño era tan perfecto que las masas necesitaban creer a toda costa. Si no pasaba nada no aguantarían y todo se derrumbaría. Para que el pueblo no perdiera la esperanza, para que las masas pudieran creer en una vida mejor en la que ni siquiera Él creyó. Para que hubiera un motivo por el que luchar; por eso hice mi papel, por eso actué conforme a mi destino.

Devolví el dinero. Yo no lo necesitaba. Propicié la detención de un inocente, de un iluminado que no era más que un encantador de serpientes y así lo dije "he entregado sangre inocente". Era mi verdad. Mi legado. Las escrituras no se han puesto de acuerdo y se contradicen sobre mi muerte. Ahorcado, reventado. A saber que teorías explican mi muerte. Es lógico que la historia me haga pagar lo que ve como un pecado. Mi muerte es necesaria para que la historia acabe bien. Pero no es así. Es cierto que me ahorqué, pero no por remordimiento. Tampoco por haber fracasado en un plan. Me ahorqué porque no había futuro y solo si se cumplían las profecías había una posibilidad de que los seguidores ignoraran la realidad y vieran solo lo que querían ver. Era necesario un mártir, aunque el mártir fuera un pobre diablo que se creyó un iluminado. La humanidad necesitaba creer y solo yo sabía que detrás del humo no había nada.


La ponencia fue muy controvertida; abrió una gran cantidad de posibilidades y la discusión duró más de lo habitual. La religión sea cual fuere tiene siempre lagunas que queremos llenar de certezas aunque eso sea imposible. 

lunes, 5 de diciembre de 2016

Ser ético hace feliz





ética
Conjunto de costumbres y normas que dirigen o valoran el comportamiento humano en una comunidad.

(DRAE)

moral
Perteneciente o relativo a las acciones de las personas, desde el punto devista de su obrar en relación con el bien o el mal y en función de su vida individual y, sobre todo, colectiva.

(DRAE)

Moral es el conjunto de comportamientos y normas que solemos aceptar como válidos; ética es la reflexión sobre por qué los consideramos válidos y la comparación con otras morales que tienen personas diferentes.
(Fernando Savater)



Me mandó llamar S.M. a media noche. Le preocupaba que su pueblo no supiera ser feliz. Quiso la casualidad que yo no durmiera aún y fui a verle.

-- Albardán, ¿qué puedo hacer para que mi pueblo sea feliz? 

-- Majestad, ardua y complicada pregunta. Permitidme, pues, una aproximación simple y quizás facilona pero operativa. Cuando a alguien le preguntan lo que espera de la vida, una de las respuestas más comunes es “ser feliz”. Para muchos la felicidad se basa claramente en algo material, en tener éxito que nos da comida, poder y riqueza. Somos todavía unos bárbaros, cuando celebramos algo; una fiesta, un cumpleaños lo celebramos con comida y bebida, mostrando nuestro poder y riqueza. Nadie lo celebra invitando a una sesión de teatro o a una conferencia de filosofía ni a una visita al museo. Lo celebramos mostrando que tenemos vida y riqueza. 

Sin embargo no todos los ricos y poderosos son felices; de hecho lo que vemos es lo contrario: viven en una especie de paranoia y nerviosismo por temor a perder ese estado de riqueza. Cuando además se ha ganado a base de codazos, ser listo y aprovechar oportunidades más que por haber creado algo suele haber enemigos que “nos la tienen jurada”. En este estado no parece que realmente se pueda ser feliz. Quizá enmascaramos la parte negativa y enseñamos la positiva, pero ¿es realmente esto una vida feliz? 

Una vida feliz suena más a tener amigos de verdad, no interesados, gente que apreciamos y nos aprecian de verdad. Dicho de otro modo lo que nos hace feliz es básicamente el apoyo emocional. El hombre es un ser social, primero por necesidad total dada la indefensión con la que nacemos, luego para poder avanzar en la vida material y emocionalmente, y cuando ya tenemos una cierta edad por necesidad emocional. La soledad y el ostracismo son dos de las peores condenas que podemos imaginar. Si, también la soledad ya que aunque muchas veces se pretenda querida, deseada, escogida, no deja de ser una protección, una coraza y vivir con armadura constantemente no es ser feliz. Nadie existe desconectado de todos los demás. Tampoco podemos ser pasotas, una actitud de “da igual” solo conduce a sentimientos de aislamiento, soledad y depresión. 

Si no es cierto que el dinero da la felicidad (aunque sea su mejor sustituto) es el sentirse querido, apreciado, aceptado y tenido en cuenta lo que de verdad nos hacer creer que somos, que existimos y por tanto nos da la base de la felicidad. La pregunta entonces es ¿qué tenemos que hacer para conseguir esto, ser queridos, aceptados, valorados? y aquí es donde aparece la ética. Si la meta de nuestra vida es la felicidad, entonces la ética, que es un sistema de valores morales que moldea nuestra conducta, nos dará una vida más feliz. Con la ética somos honestos y nunca tratamos de engañar a nadie. La honestidad produce confianza y la confianza es la base de la amistad y del ser querido y aceptado. Así pues, la ética es la llave de la felicidad

Ser éticos nos permite tener relaciones de afecto real con todos aquellos que conocemos. La ética nos ayuda a obtener felicidad y a evitar problemas. Si somos honestos con nosotros mismos y con los demás, si deseamos generar felicidad y no causar problemas o daño, los demás confiarán en que no les engañaremos, ni abusaremos de ellos, ni los usaremos para nuestros propios objetivos egoístas. La confianza es el cimiento del afecto y se sienten contentos de estar con nosotros, sabiendo que no tienen nada que temer. A su vez, nosotros nos sentimos más felices. ¿A quién le gustaría que los demás estén a la defensiva o temblorosos de miedo cuando nos acercamos? Una vida ética trae consigo afecto, apoyo emocional y felicidad.

-- ¿Como conseguiremos que la gente sea ética?

-- Majestad, hoy queréis ponerme a prueba. Tomamos decisiones inteligentes acerca de cómo comportarnos porque nos preocupamos por nosotros mismos y por lo que experimentamos en la vida, y porque nos importa el efecto que nuestra conducta tiene en los demás. Solo nos preocupamos por nosotros mismos cuando tenemos un sentido de autoestima. Queremos y merecemos ser felices. Una baja autoestima conduce a una actitud de “da igual” y de indiferencia moral, mientras que lo contrario nos lleva a la dignidad personal. Con dignidad podemos ser éticos. Si sentimos respeto por los demás, nos refrenamos de actuar en formas destructivas hacia ellos. Causamos un daño intencional a los demás cuando carecemos de respeto por su derecho a la felicidad. No nos importa lo que les suceda o lo que sientan. Y ni siquiera consideramos de qué manera nuestro comportamiento se refleja en aquellos que la gente asocia con nosotros (nuestra familia, nuestro grupo social, religioso o étnico). Pero las personas sí nos asocian con esos grupos a los que pertenecemos. Si podemos ayudar a otros tenemos que hacerlo; si no podemos, entonces al menos evitemos lastimarles. Esa es la esencia. Una vida ética contiene un sentido de responsabilidad global. El interés de nuestro vecino es nuestro propio interés. Tenemos la capacidad de prever consecuencias a largo plazo y si no tenemos una razón propia para actuar así, tenemos el temor de que actuar en contra de los demás puede tener consecuencias negativas e incluso legales. Hay que recordarnos que en realidad nuestra supervivencia y bienestar dependen de  toda la sociedad. Esto se ve hasta en los babuinos: el más viejo toma la responsabilidad completa del resto de la manada. Mientras los demás se están alimentando, uno de los machos viejos siempre está a un lado, haciendo guardia. El más fuerte ayuda a cuidar al resto del grupo por el bien de la sociedad. En términos de efectividad, pensar en los otros es más poderoso. La base primaria es pensar en nuestro propio interés y, por esta razón, evitamos causar daño. 

En tiempos prehistóricos, los seres humanos no teníamos educación ni tecnología. La sociedad humana básica era muy simple: todos trabajaban juntos y compartían lo que tenían. Los comunistas dicen que esto era el comunismo original: todos trabajando y disfrutando juntos. Después, con el tiempo, se desarrolló la educación y la civilización. Esto trajo consigo envidia y odio. Hoy en día, en el siglo veintiuno, han cambiado las cosas. Las diferencias han evolucionado: diferencias en educación, tipo de trabajo y antecedentes sociales. Pero incluso, las diferencias en edad y raza son secundarias. Todos somos seres humanos y todos somos iguales. La actitud de los niños es así. A ellos no les importan los antecedentes sociales, la religión, la raza, el color, o la posición económica de otros niños. Todos juegan juntos; son auténticos compañeros de juego, en la medida en la que son capaces de ser amigables unos con otros. Se supone que los adultos somos más inteligentes y más desarrollados, pero juzgamos los antecedentes sociales de otros. Calculamos fríamente: “Si sonrío, obtendré lo que quiero. ¿Perderé algo si frunzo el ceño?” El sentido de responsabilidad global funciona a un nivel general. Nos tenemos que preocupar por los demás porque somos uno de ellos. Nuestro bienestar depende de ellos, sin importar las diferencias que existan. La nueva realidad necesita un sentido de responsabilidad global. Y para ello necesitamos desarrollar un sincero interés por los demás. 

-- ¿Cómo?

-- Educando, Majestad. Educando. En el bien común, en la unidad en la diversidad que es lo que nos acerca al fin buscado, la felicidad. El recto proceder incluye a los demás, el velar por ellos. Implicarnos y no dejar pasar. Actuar y no solo ver.

Debí cansar a S.M. porque ya no preguntó más y yo me retiré sin saber si había contestado a su pregunta o simplemente le canté una nana. El tiempo lo dirá.



viernes, 25 de noviembre de 2016

¿Amor sin límites?




Take me as I am, take my life. I would give it all, I would sacrifice, don't tell me it's not worth fightin' for it. I can't help it, there's nothin' I want more. You know it's true. Everything I do, I do it for you.
Bryan Adams (Everything I do I do it for you) 


Es mientras se espera vivir, que la vida pasa.
Séneca

La maté porque era mía.
Copla popular española


Una vez más La reunión del círculo fue polémica. Todos estábamos de acuerdo, pero todos interveníamos constantemente con derivaciones del tema inicial. Sin duda la provocación del ponente fue efectiva, ya que se trata precisamente de provocar intervenciones. El tema, coincidiendo con la celebración de actos en beneficio del apoyo a la mujer maltratada versaba sobre los límites del amor.

-- No tengo que deciros, porque ya lo sabéis que la llamada discriminación positiva me parece mal. Positiva o no, es discriminación y como el fin no justifica los medios me parece reprobable. Dicho esto, hay que aceptar que hay casos de celopatía extrema y de simple posesión barnizadas de amor puro. Una parte de nuestra educación se basa en el amor y se indica que el amor ideal es visceral: "te amo, te quiero más allá de la razón, tanto que lo haría todo por ti. Incluso mataría". Tan puro el amor que incluso nos eclipsamos en beneficio del ser amado. La muerte del espíritu propio en beneficio del otro. ¡Sublime amor! Y terrible. Dañino. Irracional. Perverso. Tóxico. Debería estar prohibido definir el amor como este sentimiento de autoextinción en favor de otra persona. Porque este amor puede ser de pareja o de amistad o paterno-filial. Sea cual fuere ni el amor es romántico ni debe serlo. El amor entrega es dañino, incluso en religión.

Hay algunos casos de "suicidio por amor"  y otros, los más, de homicidio pero no por amor, por simple sentimiento de posesión. No se mata ni se muere por amor. Se mata por dominación extrema y se muere por miedo y falta de autoestima. Esa necesidad de ser amado para ser reconocido e integrado. Se muere por auto-exclusión social cuando la sociedad se ha reducido al "otro", sea éste quien fuere. El amor se disfruta, juntos o a distancia, pero se disfruta en uno mismo y en el otro. Cualquier otra visión es tóxica. SOY sin ti, a pesar de ti. VIVO sin ti, porque SOY. Cuando no me valoro es cuando  muero y si además reduzco mi espacio a ti ... entonces si soy carne de suicidio. Ni el amor lo justifica todo, ni hemos de renunciar a nuestra personalidad por él. Si estáis de acuerdo, si os suena bien... entonces el amor romántico, el imbuido en sociedad es falso y peligroso. En la terminología actual: tóxico. 

El amor se ha de basar en un tu eres, yo soy; me gusta como eres y me gusta que aceptes como soy. Deseo que juntos hagamos un camino y si puede durar toda la vida lucharé por ello. Disfrutemos, apoyémonos y suframos uno por el otro y con el otro, con el alma del otro. Y si aparece por la razón que sea, por error de visión inicial o por modificación de la personalidad del otro algo que nos obligue a renunciar a nosotros mismos en la forma que sea... huyamos por la derecha como decía Leoncio en los dibujos animados. Podemos renunciar al café o a fumar, pero no a ser. Solo hay amor cuando a pesar de ser diferentes se es consciente de ello, se acepta y se alienta la diferencia y se permanece juntos. Algo hay que tener común claro, los ideales básicos de vida, el resto aporta una vida más rica.

Lo triste, lo grave, es que hay relaciones enfermas en las que los pacientes no se dan cuenta de la enfermedad. Cuando la rutina se convierte en depresión, cuando no hay alegría de estar con el otro, no ya mariposas en el estómago, una simple sonrisa al pensar en el otro, cuando se recurre al pasado (propio o de otros), cuando se mira al otro buscando "lo que era antes", es que la relación está enferma. Cuando hay que explicar todo mil veces; cuando se respira si el otro no está, si se ha llegado al: fueron momentos bonitos, a veces reconozco lo que me enamoró, entonces... entonces hay que huir rápidamente o buscar la ayuda necesaria para la revolución. No es el cansancio de la relación  lo que está mal, es la propia personalidad. Cuando ya nos sentimos vencidos y aceptamos es cuando peor estamos porque más nos anulamos. Lo que queda solo produce resentimiento o cáncer. Ni esperar el cambio (si no se lidera el proceso) ni aguantarse. Huir. Rápido. En pos de una mismo, que en alguna esquina del tiempo nos habremos dejado el yo. Por mucho que duela es el momento duro del te quiero pero contigo me muero.  La esperanza en este caso es como creer en Papa Noel viviendo solo: un autoengaño.

           Pocos temas hay que apasionen tanto como el amor y es que de él todos creemos que podemos opinar porque todos lo conocemos. Pleno, tóxico o extraño, incluso pasado, por eso la discusión fue viva y múltiple.