domingo, 20 de diciembre de 2015

Redes sociales: la nueva familia





Internet permite la creación en red, más allá de una suma de individualidades.
(Manuel Castells, sociólogo)

Los jóvenes prefieren las redes sociales que estar con su familia o dormir: una investigación muestra que el 30% de los encuestados permanecen como mínimo 6 horas conectados. 
(De los periódicos en Colombia)

Sucede a veces. Un tema que surge en una sesión "blanca" cobra fuerza y deja de ser improvisado. El tema de la última reunión del círculo trazó una visión diferente de los elementos presentados por Fernando que mostraba  la sociedad actual como autista. En esta ocasión fue Enrique quien nos dió su opinión sobre las razones de la adicción a las redes (uno de los argumentos de Fernando para tildar a la sociedad de autista).

-- Dejadme que empiece por algo que nos parece una tontería. Todos sabemos que los niños pequeños a los que se les repite un cuento antes de dormir insisten en que el final sea el mismo. Se adelantan a la historia y aún así quieren oirlo. Muchas veces piden ellos el mismo cuento... Nos reimos, nos hace gracia y se lo contamos; a veces con algún cambio pero se dan cuenta y nos piden "la versión original". 

Curioso. ¿Porqué lo hacen? La respuesta es sencilla. Necesitan saber lo que es bueno y lo que es malo. Necesitan normas. Discernir. Seguridad. Confianza en la previsión de futuro. Normas para situarse. Dicho de otro modo, requieren una ley que se mantenga y alguien que les haga de guía.

Todos sabemos que la adolescencia es problemática. Es el momento de la autoafirmación, la discusión, la toma de posiciones y poner todo en duda. Los adolescentes necesitan tener claras las leyes familiares y poder argumentar contra ellas. Sin ley no hay rebeldía: hay libertinaje y descontrol. Pero aún así necesitan contrastar sus ideas y la comunicación para ello. Cuando esta comunicación no se da en el seno familiar se busca fuera. Antes eran los amigos quienes apoyaban en contra de la familia. Se discutía y se sacaba una conclusión. Aunque la discusión no fuera siempre fácil y en tono mesurado. ¿Qué es lo que pasa ahora? Lo vemos todos. La mayoría de las familias evitan discutir, hijos en actividades extraescolares, ocupados con niñeras electrónicas, padres sobreprotectores y cansados, sin ganas de ejercer de padres o que simplemente creen que alimentar y pagar un colegio es lo que hay que hacer. Nadie les ha explicado en que consiste la paternidad o maternidad contínua. Es decir no hay reglas que se mantengan, cambian según el humor, el momento, la insistencia. No hay comentarios o interés manifiesto en la persona o en la personalidad. Solo de pasada, aunque haya excepciones y no me refiero a las películas americanas que acaban todas en abrazos y sonrisas.

Pero los adolescentes siguen necesitando esas reglas, no basta la instrucción en el colegio. La educación no es lo constante o sustancial que debe ser en casa y ahí es donde entra en juego la red social. La red social no es un complemento como piensa la mayoría, es en sí el sustituto de la familia. ES la familia aumentada y con otros matices. Lo que no se encuentra en casa, se busca fuera. ¿Os suena? Se aplica a otras situaciones también, pero aquí es fundamental porque el adolescente no puede independizarse. Nosotros les abocamos a encontrarse ellos mismos reflejados en lo que dicen, ven, oyen, escuchan y llegan a sentir en la red. Es LA familia. Les cubre las necesidades de atención, discusión, intercambio, apoyo e incluso castigo. Si, castigo. ¿Hay algo peor de que te hayan borrado como amigo en Facebook? Y no me río. Cada individuo siente la misma intensidad de dolor al perder lo que más quiere. Un niño su pelota, un adolescente la confianza de un amigo ...

Cuando en casa la familia no responde les anima a unirse, obsesionarse con las redes sociales y si éstas fallan... entonces tenemos una catástrofe, unos inadaptados y problemáticos radicales porque no han sabido encontrar su sitio ni afianzar sus creencias. Requieren de la violencia para reafirmar su identidad.

No es que la sociedad se vuelva autista, es que nosotros obligamos a la juventud a lanzarse a las redes y a la comunicación virtual porque hemos cambiado el concepto de familia y no les prestamos la atención que les debemos y ellos requieren. 

Solo un apunte final, ¿cuántos padres lo son "porque ya toca" y cuántos porque de verdad saben la responsabilidad que conlleva? Y de éstos... ¿cuántos resisten la presión de serlo al 100% en todo momento?

La reunión fue muy animada, todos intervinimos, unos apoyando, otros argumentando en contra. No hubo acuerdo total, excepto en la apreciación de la cena que nos sirve siempre de excusa para nuestras charlas y elucubraciones. 

Aún así ... algo quedó y nos fuimos todos comparando lo que nos contó Enrique con nuestro caso concreto, no fuera a ser que tuviera razón.

3 comentarios:

  1. Apostilla:
    Enrique no situó el origen del problema en la adolescencia, solo su evidencia. El problema nace mucho antes: en la temprana infancia. También dijo que se puede solucionar, aunque para ello no basta el trabajo familiar cuando ya se ha huído de la familia física.

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  2. Me parece increíble que pueda haber personas que pasen 6 horas conectadas a internet.
    Creo que educar niños y adolescentes en la era digital es el reto de la educación el el siglo XXI. En nuestra sociedad hay adolescentes que se sumergen en un mundo digital, imaginario, perfecto, en definitiva fácil, que premia con un refuerzo continuo. Ante esta posibilidad algunos no controlan el tiempo que le dedican, creando a la larga adicción y problemas de atención entre otros.
    Opino que muchos padres no es que pasen de ellos, pero se sienten impotentes , la situación les viene grande y abandonan, es lo fácil.

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    1. Gracias Sombra.

      Por raro que parezca.... ¿cuántas horas están los jóvenes (y los no tan jóvenes) mirando el móvil, las redes, los mensajes aunque no sea de modo contínuo? Si sumamos llegaremos a las 6 horas fácilmente.

      La educación ES un reto; sin duda, el mayor reto en estos momentos por el cambio de modelos que hay. El social, el político, el tecnológico, el ambiental ... Pero ¿es problema de ellos o les aboocamos nosotros con nuestro ejemplo y desinterés?

      Padres impotentes los hay y precisamente el problema surge cuando se sienten impotentes y abandonan. Se es padre/madre toda la vida no a ratos y ésto es uno de los problemas fundamentales. Se puede trabajar 8 horas y luego olvidarse. No se puede ser padre (ni madre) en horario de conveniencia. La responsabilidad de los actos nos persigue y nos obliga. Si no estamos a la altura ... no nos quejemos. Actuemos.

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