sábado, 14 de enero de 2017

Abriendo la puerta





Todo final es el inicio de un nuevo camino.
(Dicho popular)

Sitúate fuera del momento y míralo como si fuera pasado, automáticamente verás la puerta del futuro.
(K., Notas dispersas)


Carolus máximus,

Recuerdo cuando me dijiste que los años deben ser siempre años 10 a pesar de lo que nos pasara. Añadías aquello de que nadie nos puede quitar una única cosa: reaccionar ante los que nos sucede del modo que queremos. Esa elección por la cual decidimos resistir o sucumbir y para ti el conformarse era sucumbir. Apostillabas que un año 10, si además lo era numéricamente, era un año de cambio, de transformación anímica. No te bastaban los cambios cíclicos cada 11 o 12, las etapas vitales que llamabas. "Un año que suma diez, es un año de grandes dudas y grandes transformaciones. Las verás fuera y dentro de ti." La verdad es que así ha sido ... más o menos. Quizá lo haya sido siempre y por haber aceptado situaciones (sucumbido ante ellas según tú) no lo haya notado de modo claro. No se tiene de modo constante la misma fuerza para resistir o emprender un cambio. La motivación debe ser interior, pero se necesita combustible para que funcionen los motores. El movimiento sin algo de apoyo exterior cuesta mucho más. El huevo que se rompe desde dentro es un signo de fuerza y desarrollo, el que se rompe desde fuera puede serlo si el palo no es demasiado gordo y si el polluelo que nace no se siente irremediablemente dañado. Spinoza escribió que Affectus, qui passio est, desinit esse passio simulatque eius claram et distinctam formamus ideam.” La emoción que sufre, deja de sufrir en cuanto tenemos una visión clara de ella. 

Es éste un año 10, un año YOD, de inicio de oportunidades, originador de ideas y de acciones. Un año de inicio de viaje evolutivo. De hecho de conjunción del hombre con el cosmos. Solo hay que visualizar la meta y poco se puede interponer para lograrla. Quien pierde fe en el futuro está abocado al desastre. El problema, querido primo, es saber si lo que visualizamos nace del deseo profundo o es solo un calmante para el alma. Sí, lo sé, me dirías que es fácil de averiguar, que basta con intentar que el deseo sea realidad y que si es cierto que es profundo lo sabremos enseguida. El buen camino siempre es cuesta arriba. 

Tenemos mala memoria. Admiramos las grandes obras de la antigüedad, pero no recordamos el sufrimiento o el trabajo que exigieron. Dos generaciones y olvidamos como era la vida antes. Generamos un confort que exige más trabajo o mayores complicaciones. Nos auto-engañamos creyendo que es en esta época en la que vivimos mejor que nunca y cuando cambiamos y llegamos a liberarnos de algo, de una armadura o de un freno notamos el miedo y el vacío. Es tanta la fuerza de la comodidad de lo conocido aunque no sea bueno, que un cambio nos hace temblar hasta el tuétano. Se requiere no solo determinación y claridad. Es necesario un disparador. A veces el catalizador es una persona externa (incluso desconocida), otras es un hecho interpretado como un signo y las menos la desesperación. La fuerza la llevamos dentro, el pistoletazo de salida viene de fuera. 

Éste es un año 10. Les he preguntado a las sibilas y he seguido el ritual. Todo indica lo positivo dentro de la incógnita. Pero no dejo de recordar a Creso cuando consultó al oráculo de Delfos y la famosa profecía: "Si Creso cruza el Halys, se destruirá un gran imperio" y destruyó el suyo; pero repito, si no creemos en el futuro le abrimos la puerta al desastre. Solo quien arriesga se desarrolla. Siempre tenemos la edad de rectificar y encarar éxitos, de mantener el interés de seguir creciendo con la fuerza de nuestros deseos. Creo que vivir, querido primo, es empezar cada día con una sonrisa y no doblegarla ante tristezas o dudas, sino mantenerla con la seguridad de que el corazón tiene más neuronas que el cerebro y que la razón solo justifica la emoción.

Brindo por el año 10 y dejo para otra ocasión tu comentario acerca de romper las tinieblas del camino con la espada flamígera.

Un abrazo, primo





2 comentarios:

  1. "No se tiene de modo constante la misma fuerza para resistir o emprender un cambio."
    Una verdad como un templo, ¿pero qué hacemos para tener esa fuerza?
    ¿Tienes algúna bebida mágica para ello?
    Gracias albardán.

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    1. Gracias por el apunte. Temo que no tengo la respuesta adecuada a tu pregunta. Pero cualquiera que sea la solución creo que pasa por observar en derredor; el pistoletazo de salida viene de fuera, solo hay que mirar y ver. Si nos encerramos en nosotros mismos solo veremos las excusas y el confort del momento. La fuerza es vencer al miedo a arrancar y a veces necesitamos que nos empujen a ello.

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