sábado, 17 de agosto de 2013

EOS




A Venancio Arturo Rubén le conocemos en el círculo como Rubén. Nunca le ha gustado el nombre de su abuelo Venancio y el apelativo de VAR le enfurece tanto que corta el trato con quien le llame así dos veces. "Una vez no es ninguna, dos una en exceso", lo dice siempre tras advertir su disgusto por el mote que tiende a salir cuando alguien pretende ser gracioso. Rubén propuso una discusión para la sobremesa: La vida insulsa. Aunque dijo que se le había ocurrido viniendo a la cena al oír un programa de radio, nadie le creyó. Todos sabemos que es un científico y que se prepara los debates a fondo.

Para introducir el tema y su provocadora conclusión nos recordó una vieja adivinanza: "¿Que hace tropezar al distraído, usa el violento como arma, da reposo al paseante y es juguete para un niño?" Nos miró con curiosidad para ver si recordábamos la solución. No podía ser un palo, ni una rama, ni la quijada de burro... Prosiguió "Drummond la poetizó, Jesús edificó sobre ella, David la usó para matar a Goliat y Miguel Ángel hizo obras de arte con ella." Era obvio: La Piedra!, le interrumpimos antes de que siguiera. "Efectivamente, siempre solo una piedra y la diferencia no está en el elemento sino en el uso que hacemos de ella y de como la vemos".

Vida insulsa, piedra... ya veíamos cual iba a ser la línea de razonamiento de Rubén, la percepción y disposición personal. Continuó, contento de ver que le seguíamos.

Los niños suelen ser felices aún en circunstancias adversas. Los mayores ya no; por muchas circunstancias, pero en especial por la soledad, la falta de amor /amistad / afectividad. Todos necesitamos a alguien que nos brinde cercanía emocional y por eso las rupturas afectivas duelen tanto. ¿Cuánta gente habla de que su vida carece de sentido? Mejor dicho, de que ya no tiene sentido. Es el momento en el que aparece la vida insulsa, aquella que en el fondo gusta pero carece de emociones, a veces por sensación de seguridad. Seguridad, pero nociva.

Tomemos el caso de una ruptura como ejemplo, como podríamos tomar otros. Pero éste es más común. Tras la ruptura ¿que hay? mal humor y despecho. Al despecho suele sucederle un tiempo raro. Lo habitual es la sospecha. Cualquiera que se acerca a una mujer es un depravado ligón de playa y si es una mujer la que se acerca es porque es una insatisfecha o quiere venganza. Luego sigue la autovaloración, el "mira lo que te has perdido", la diversión; no faltan amigos, amantes y ocupación del tiempo. Hasta que uno se cansa. Tanta excitación, tanta actividad no acaba de dar lo que se busca, aunque no se sepa bien lo que se busca. Vienen el aburrimiento y la soledad, la abulia y la nada. Nada sucede, nada calma, nada sirve. Estamos atrapados en el pozo negro que somos nosotros mismos. Incapaces de liberarnos no conseguimos pedir ayuda ni concentrarnos en lo que debemos hacer. Es la peor negrura, la del alma muda y sorda. Si no somos capaces de salir de ello, si abandonamos, entonces pactamos con el enemigo para ser felices. Esto es la vida, insulsa pero segura. Cada día que pasa, la desesperanza nos reconcome un poco más sin que nos demos cuenta hasta llevarnos a ser intolerantes o amargados. No nos abandonamos a la molicie sino al no pensar, al no arriesgar.

Es precisamente en este punto de caída al pozo cuando hay que combatir para salir; pero los libros de autoayuda no sirven si no hemos tomado previamente la decisión y por lo tanto no son más que teoría, bonita, pero teoría. Para salir del agua cuando nos ahogamos pataleamos, no seguimos el orden marcado en natación. Y sin embargo el pozo puede ser bueno, como lo es la mirra que siendo de sabor amargo tiene aplicaciones positivas como medicina que cura mil males.

La sensación de no pasa nada interesante muchas veces se debe a la inacción, al esperar que las cosas ocurran por voluntad divina o externa. Rechazar a los pretendientes esperando al príncipe azul sin haber enviado la foto a las casas reales es una tontería; no vendrá nunca pues desconoce la dirección. Esperar que en la riada Dios te envíe un helicóptero y rechazar el tronco que flota es esperar que alguien resuelva por nosotros. El miedo a la acción tapa esa felicidad insana de estar en territorio conocido: el del conformismo.

- "Para salir del pozo hay que buscarse un amante." Aquí nos miró a todos con sonrisa burlona esperando nuestra reacción. La verdad es que más de uno pensamos que lo que nos contaba es que había tenido una depresión y ahora tenía una amante. Pero no era eso:

- No una persona, no seais mal pensados; amante es lo que nos apasiona, lo que ocupa nuestro pensamiento antes de quedarnos dormidos y lo es también aquello que a veces no nos deja dormir. Nuestro amante es lo que nos vuelve distraídos frente al entorno, lo que nos pilla a veces pensando en él sin que nos demos cuenta. En definitiva lo que nos hace saber que la vida tiene motivación y sentido, como escribió el versificador hace tiempo


A lover is chosen
beloved more than anything.
A lover is not a second dish
a lover fills you.
The lover becomes your reason of life
         your all

- Así que todos necesitamos un par de amantes dijo Juan, ¡me apunto! Pero si estamos en el pozo, Rubén, ¿cómo encontraremos al amante? ¿de dónde sacamos la fuerza, voluntad y constancia para ello?

- Del cambio de óptica, Juan. Negro es solo un nombre. Si de verdad queremos salir solo falta disposición interior para ello. Quien no sale es porque no quiere por duro que suene. Y el modo de conseguirlo, Juan, es el tema del debate. Pero se llama acción.

La discusión estaba servida y duró hasta que cerraron el local.

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We all know our friend Venancio Arturo Rubén as Rubén. He dislikes his first name, Venancio, given to honour his grandfather and the shortform VAR is something he can’t stand, up to the point that he cuts the relation with someone calling him so more than two times. “One time is no time, two times one too much”, his favourite phrase after explaining his miff if someone uses this nickname trying to be funny. Rubén proposed a debate for the dessert: Dull life. True that he said the idea came to him driving to the dinner when hearing a radio program, but nobody believed him. We all know he is a scientist and that he prepares all arguments thoroughly.

To introduce the topic and its provocative conclusion he reminded us the old riddle: What is what makes stumble a distracted person, is used by the violent as a weapon and is a toy for the child? It couldn't be a stick neither a branch nor the jawbone of a donkey. He continued: “Drummond made poetry of it, Jesus built over it, David used it to kill Goliath and Michelangelo made artworks with it.” Now it was evident. We interrupted him shouting all in one voice The Stone!Effectively in all cases only a stone and the difference is not in the element itself but on the use we make of it and how we see it”.

Dull life, stone… we guessed what was going to be Ruben’s reasoning line; perception and personal position. He continued; glad to see we knew we followed him.

Children are normally happy even under adverse circumstances. Not older people; due to a varied number of reasons but especially due to loneliness, lack of love / friendship / affectivity. We all need somebody that provides emotional closeness; hence that an affective rupture hurts so much. How many people say that their life has no sense? Or better said, that it doesn't make sense anymore?  It is the moment in which the dull life pops out, the life that is easy and pleases but lacks of emotions, sometimes due to a security feeling but at the end noxious.

Let’s take the case of a sentimental rupture, as we could take any other one. But this one is more common. After the rupture what do we have? Bad mood and spite. After spite a strange time comes. Suspicion is usual. Anyone approaching a woman is considered a perverted flirtatious man, and if it is a woman who makes the approach it is because she is unsatisfied or wants revenge. Later comes the self-worth, “see what you have lost”, then the fun time; there is no lack of friends, lovers and time fillers. Till you get bored. Too much excitement, all the activity does not end in the searched result, even if this one is unknown. Boredom and loneliness come short after, also aboulia and the void, the emptiness. Nothing happens, nothing calms, and nothing helps. We are caught in the dark well of ourselves. Unable to break our chains we can’t even ask for help nor concentrate in what we have to do. It is the worst blackness, the one from the dumb and deaf soul. If we are not able to get out of it, if we abandon, then we deal with the enemy to be happy. This is life, dull, but secure. Every day that passes despair corrodes a bit more, without us being aware of it till it brings us to be intolerant or embittered. We do not abandon ourselves to comfort but to the no-thinking-no-taking-risk state.

It is precisely in this point of falling into the well when we have to fight to go out of it; but the self-help books are useless if we have not taken previously the decision, hence that they aren’t anything more than nice theory, but only theory. To emerge from the water when we drown we stamp, we don’t follow the theory of swimming. And nonetheless the well can be positive as it is the myrrh that being bitter has positive uses in medicine curing thousand pains.

The feeling that nothing interesting happens is mainly due to the lack of action, to the endless waiting that things happen by external or divine willingness. Reject pretenders waiting for the blue prince without having even sent a picture to the royal families is nonsense; he will never show up as he doesn't know where to go. Wait till in the flood God sends a helicopter and reject the tree floating on the water is wait that others decide for us. The fear of taking action covers the insane happiness of knowing we are in a known territory: the one of conformism.

-“To go out of the well we have to look for a lover”. Here he looked all of us with a mocking smile, waiting our reaction. The truth is that more than one thought that he was telling us that he had suffered a depression and that now he had a lover. But no, it wasn't the case:

-“Not a person, don’t be nasty-minded; a lover is what excites us, what assaults our thoughts before falling asleep and also what sometimes doesn't let us sleep. Our lover is what turns us distracted, brings us away from the scene, what we suddenly discover that is taking our brain without noticing it. In other words what makes us feel and know that life makes sense and motivates us, as the versifier wrote long time ago:

A lover is chosen
beloved more than anything.
A lover is not a second dish
a lover fills you.
The lover becomes your reason of life
         your all

- “So, we all need a pair of lovers” said Juan, Where do I have to sign for it? But if we are in the well, Rubén, how do we find the lover? Where from do we take the strength, the willingness and perseverance for it?

-“From the change of view” Juan. Black is only a name. If we really want to emerge we only need the inner disposition for it. Who doesn’t climb the well is because he doesn't want. Sounds hard, but is true. Juan, this is the topic of the debate but the way of doing it is called action.


The discussion was served… and it lasted till the restaurant was closed.

miércoles, 31 de julio de 2013

Geras



La hija de la noche está presente en la sociedad. Los agoreros dicen que se instaurará el sistema de algunas tribus que se deshacen de los ancianos por medios que para nuestra sociedad hipócrita son bárbaros y que no es más que eliminarlos directamente cuando ya nos son productivos y molestan. No son sistemas como el cocotero o la montaña de hielo, pero no por más sutiles dejan de ser crueles.

Con las llamadas nuevas tecnologías, diccionarios, enciclopedias y en general el conocimiento, están al alcance de la gran mayoría. Los viejos han perdido su venerabilidad al no ser ya necesaria ni su memoria ni su sabiduría. Por eso cuando se alcanza la edad improductiva para la sociedad ésta aparta con mayor o menor dureza a los acólitos de Geras y los confina donde no molesten ni ofendan a la vista.

En las cenas del círculo es un tema recurrente ya que la mayoría somos granados y ninguno quiere acabar en un banco del parque, sentado al sol, vigilando el juego de los niños ni aunque sean de su sangre. Contó Antonio, el sofos entre nosotros debido a su carrera de Filosofía, la anécdota oída en el autobús. El conductor contestó a una clienta habitual, que al ir a pagar pidió riendo un viaje gratis por ser su cumpleaños, con el conocido cumplido de "para Ud. no pasan los años". Lo que sorprendió y gustó a Antonio fue la respuesta: "No, no pasan, me los quedo todos, los colecciono". Lo contaba con la sonrisa del que sabe que hay más. La señora continuó: ... "pero no importa cuantos se tienen, lo único que cuenta es el número de esperanzas que se conservan y el saber que de un modo u otro somos necesarios aunque sea para cosas ínfimas". Y tiene razón en ambas cosas, apostilló Antonio. Por una parte no perdonamos el no ser necesarios y por por la otra si no conservamos algo en la maleta izquierda, la de las ilusiones y sueños, para irlas pasando a la maleta derecha la de las esperanzas y realidades, no es vida lo que se tiene.

Juan, pragmático como siempre, dio voz al pensamiento general: ¿diferencia entre uno y otro? ilusiones, sueños.. ¿y porqué la izquierda?

Nos conocemos hace mucho, desde la infancia algunos y sabemos que si Antonio suspira y toma aire.... hay discurso para rato; nunca abandonó su vocación docente así que nos aprestamos a escucharle atentamente para luego rebatirle mejor. De hecho la mejor parte de la cena es la discusión posterior sobre el tema más polémico.

La ilusión es un deseo, algo que nos apetece, que nos hace gracia que suceda; pero no tiene entidad, está hueca, no hay trabajo detrás. El sueño es la ilusión con forma, con entidad, con plan para que la ilusión pueda llegar a ser una esperanza y luego una realidad. "Me hizo ilusión que me regalaran una pipa": no hay esfuerzo, plan, es un hecho aislado. "Sueño con que me regalen una pipa" implica más, hay un deseo que se comunica y una labor para que ocurra. La maleta va a la izquierda porque es el lado del corazón y la mano que carga. Somos diestros y la derecha empuña, guerrea y aligera. Con la izquierda se conducen las riendas, se da el toque, se guía la vida.

Las esperanzas son sueños alimentados con trabajo. El viejo lema de "soñar, creer y desafiar" es la esperanza fundada que al ejecutar y actuar, se convierte en realidad; pero estas realidades han de irse dejando atrás en cada estación de la vida. No podemos ni debemos cargar con ellas siempre o pasará que "en boca del viejo todo lo bueno fue y lo malo es" como decía Gracián, porque ya no hay fuerza para llevar nuevas realidades. Hay que evitar repetirse a si mismo o los pequeños hábitos se volverán tiranías como señalaba G. Flaubert. No se puede vivir del pasado, en la evolución de júnior a senior hay que disfrutar de cada sorbo de tiempo, no ser conformista pero haciendo lo mejor en cada ocasión. No se puede vivir solo el presente ni mucho menos el pasado o no hay ilusión.

Nos miró Antonio mientras bebía un trago, sus ojos nos decían que aún faltaba más y antes de que pudiéramos intervenir prosiguió: todos los que estamos aquí nos consideramos jóvenes, algunos nos recordamos uno a otro con pelo y sin entradas; hemos cambiado y sin embargo si nos preguntan diremos que solo en lo físico, que "básicamente somos los mismos" que hace 20 años. Y no es cierto. Lo sabemos en el fondo de nosotros mismos. "La vida", "las circunstancias nos han llevado por un camino" decimos para justificar los desvíos de las ilusiones y sueños que tuvimos. Pero no es así, la experiencia no es transmisible como se sabe fehacientemente desde los experimentos de Freinet, aunque si lo es el conocimiento. Por eso la sociedad avanza pese a los fracasos individuales. Esos fracasos que por mucho que nos duela son solo consecuencia de la inacción y en última instancia de lo poco que creíamos sinceramente en el valor del esfuerzo, en el interés de lograr la meta. Llegamos todos a donde íntimamente queremos llegar por eso se tuerce el destino con nuestra voluntad hasta donde queremos.

Sabéis todos que siempre hablo de las tres muertes. Una de ellas, la primera, es gradual. Se envejece cuando se siente que es demasiado tarde, que la partida está jugada y que no se puede aportar nada más. Cuando en nuestro fuero interno la escena pertenece a otra generación. Esto nos pasa a lo largo del tiempo, poco a poco con los sueños abandonados, que también la mano izquierda se aligera del peso si no traspasa lo suficiente. El verdadero mal de la vejez no es el debilitamiento del cuerpo; es la indiferencia del alma lo que nos lleva al abandono de la voluntad de pasar cosas de la maleta izquierda a la derecha. Envejece menos quien conserva razones para vivir; pero razones íntimas, reales, profundas, no las impuestas para ocupar el tiempo. Esos ladrones de horas solo vacían el espíritu lentamente pues se confunde la ocupación con el interés. Podemos estudiar chino ahora que está de moda, llenar el tiempo con ello y convertirlo en una obsesión. Pero si no nace de un interés real e interior, solo nos sirve de calmante, es la morfina del alma del viejo.

La vida intensa, la que nace de la inquietud o de la curiosidad profunda no gasta el ser, al contrario, lo mantiene. Envejecer es solo una mala costumbre, el hombre ocupado no tiene tiempo de adquirirla, como dijo un conocido escritor. Por eso la sociedad cambia y poco a poco ocupa a los seniors dándoles ganas de vivir. Si dejan de ser negativos seguirán siendo un estorbo, pero no obstaculizarán la evolución de la comunidad. La gerontocracia no triunfó pero a la tribu de Geras hay que tenerla muy en cuenta para no quedarse estancados.

Cuando Antonio acabó dimos nosotros cuenta del pastel y nos dispusimos a discutir y rebatir su pesimismo. El vino nos ayudaba y ya se sabe..."in vino veritas".






sábado, 13 de julio de 2013

....con filosofía



Ayer, en la cena de los narizones tuvimos un invitado, posible nuevo miembro del club, que decía no estar acomplejado por su nariz. "Érase un hombre a una nariz pegado" debió inspirarse en él a la vista de su gran derecho a ser miembro de honor del club. Decía ser descendiente del Papa León XIII y razones no le faltaban. Me chocó su respuesta a la pregunta obvia de cómo llevaba ser un narizón: "lo tomo con filosofía". Se refería sin duda a que se lo tomaba con calma y tranquilidad.

Ni que decir tiene que de inmediato se produjo una discusión sobre lo que es en realidad la filosofía. Que Antonio protestara y fuera el primero en saltar era normal. Su carrera de Filosofía y Letras le obligaba a darse por aludido  y negar que la filosofía fuera algo relacionado con la calma, paciencia y pasotismo. Juan nos sorprendió con su afirmación de que la filosofía es algo inventado por el hombre para alcanzar el poder; que en casa le apoden "papini" quizá no sea una casualidad. En síntesis la posición de Juan estaba clara:

El hombre siempre busca el poder, por cualquier medio y es su única meta real. Para ello actúa cambiando las cosas, sus acciones impulsan el cambio para que su poder se acreciente. Poder: el dominio del entorno total y los instrumentos impulsores del cambio: arte, religión, ciencia y filosofía. Ésa que no es calma ni tranquilidad. Las caras de sorpresa fueron dignas de un cuadro que hubiera pasado a la posteridad, así que no le quedó más remedio que explicarse.

Según Juan el arte es una acción del hombre para cambiar la visión de las cosas, focalizar en algo y cambiar la naturaleza para que se parezca a sus sueños. La religión sirve para ser feliz y por tanto dominar convencido de que existe una perfección y justicia a la que se tiende y que se persigue. Dominar en nombre de la religión es habitual en la historia. La ciencia, para Juan, es un mundo ficticio, en realidad una herramienta aseguradora de continuidad pero basada en supuestos arbitrarios y solo sirve para crear máquinas que a su vez aumentan la seguridad. Antonio aguzó el oído cuando llegó el turno a la filosofía. Ésta crea un mundo imaginario, espiritual; busca una ley única, estable, explicativa de todo, en definitiva .... el conocimiento. Y si el saber es poder está claro que podemos cambiar el mundo.

No nos quedó claro su razonamiento, algo cogido por los pelos, por lo que siguió su exposición. El arte educa, no es verdad que el individuo nazca teniendo sin más una visión de la naturaleza. El arte ayuda a ello y por tanto es elemento de transformación y por ende de creación. Un instrumento del poder. La ciencia está clara, es instrumento de modificación por antonomasia, sirve para cambiar el futuro aparte de asegurarlo. La religión da la respuesta de justicia que calma y apacienta. La filosofía muestra que el mundo ideal y el real son diferentes y crea mundos imaginarios para cambiar el real. Según los platónicos el mundo ideal engendra al real, éste solo es su reflejo; según los positivistas es al revés. El real da pie al ideal. Para Juan lo cierto es la sutil mezcla de ambas posiciones, el mundo ideal viene del real, pero lo potencia al revertir en él.

Protestó Antonio citando ejemplos de egregios filósofos, de las mónadas y de otros razonamientos... que nadie escuchó ya que la salsa estaba deliciosa y requería más atención que las disquisiciones sobre lo desconocido. Como Juan acabó antes siguió con un directo a Antonio. "La filosofía es inútil" fue el arma de derribo. Mil filósofos para contestar una pregunta, para hallar una ley y de momento sin respuesta. La filosofía solo es una reacción vital que aumenta el campo de la ciencia. Al pasar de lo general a lo universal, al buscar la ley que rige se pierde el sentido práctico y no sirve. Y si de hecho se encontrara esa ley única no nos volvería omnipotentes. La ley única, si existe, es única y no sirve. 

Siguió un debate acalorado en el que Antonio y Juan fueron los protagonistas lógicamente, aunque hubo muchas intervenciones. Ya cuando empezó el tema nos olimos que iba a ser una reunión que traería cola.

El bufón recuerda la chocarrería de querer emular a Dios. Lo que pasa es que el hombre no quiere permanecer estacionado como mero espectador. Tiene tal terror a la soledad y a la vacuidad de la existencia que ha de dominarla y para ello necesita crear ... y como Dios transformar la arcilla. Tiene razón Juan, las acciones del hombre van encaminadas al poder, su única meta real.




jueves, 11 de julio de 2013

Esperándote






(del cuaderno de notas de Ibrahim S. Lerak)


                                     No vienes, espero
                                     sentado
                                     solo.
                                     
                                     Espero como los viejos al sol
                                     cuando la vida se va
                                     y el trabajo ya acabó.
                                     
                                     Espero y no vienes
                                     fumo, bebo y escribo
                                     el tiempo permanece estático,
                                     inmóvil
                                     como el tren que para entre dos estaciones
                                     como la hora de lluvia que no cesa.
                                     
                                     Nace en mi la impaciencia
                                     amándote
                                     extrañándote
                                     solo.
                                     
                                     Gente extraña pasa
                                     y yo, ausente del mundo
                                     ansío tu llegada; nervioso 
                                     acecho tus pasos perdidos
                                     ¿dónde estás bienamada?
                                     ¿qué te retiene  mientras yo espero?
                                     
                                     Inquieto busco tu mirada
                                     abrasándome 
                                     en el tormento de la espera
                                     solo
                                     en un bar cualquiera.

sábado, 6 de julio de 2013

¿ (In) determinismo ?


(foto real de Córdoba)

En las cenas de ex-alumnos o de compañeros de clase, siempre sale a relucir una u otra anécdota de aquél profesor que nos hizo reír o sufrir. Son historias que se comentan entre risas y se celebran con un brindis en memoria del docente cuando no en agradecimiento a habernos librado de él. Creo que fue Juan quien en la última nos recordó el problema matemático de imposible solución para nosotros: "Está nevando regularmente desde hace dos días. El tren llegó con veinte minutos de retraso. ¿A que hora salió de la estación?" Que la respuesta fuera a las 12 era lo de menos, lo importante es que era real, existía. Fue un descubrimiento para todos. 

También lo fue la demostración de la existencia de Dios mediante integrales. Don Abelardo logró convencernos y demostrarnos por este procedimiento que Dios SÍ existe y cuando ya estábamos todo excitados por lo que parecía irrefutable nos demostró, al día siguiente y por el mismo procedimiento que Dios NO existe. Recordamos entre vaso y plato las apuestas que hicimos para encontrar fallos en ambos razonamientos tan lógicos y transparentes y cómo Don Abelardo finalmente nos demostró  -también mediante integrales- que no es posible demostrar la existencia de Dios a través de integrales. Y es que el razonamiento puede servir para demostrar con aparente solidez las tesis más absurdas. Todo depende de los supuestos que se tomen como ciertos o se  acepten como tales. Un jardín puede estar a mitad de camino entre la arquitectura y la naturaleza y un pulpo puede ser un animal de compañía. O no. 

La verdad es que no hay verdad más absoluta que que la verdad es relativa, en contra de lo que sostenía Quevedo: "la verdad en todas partes lo es". Un error debido a que no se dió cuenta de que la verdad es relativa porque es hija del tiempo y de la circunstancia. Baste ver en el refranero: "riñen las comadres y salen las verdades", pero las comadres creen y sienten en función de donde viven y cuando. Nada impide decir las verdades riendo aunque en muchos casos se tome esta forma de decirlas como dardos envenenados, posiblemente porque el gran drama del hombre estriba en ser a la vez un animal inferior con los instintos básicos y violentos de la bestia y por necesidad ser un ser social en quien el deseo de aprobación, de afecto, de saberse no-solo se ha convertido en un instinto no menos poderoso.

En la sociedad tenemos que dominar el entorno para sentirnos seguros y por tanto felices. La inseguridad, la incertidumbre, el desconocimiento crean infelicidad. Inventamos teorías que aclaran misterios como el de la muerte solo para no vivir angustiados y es que la idea de la propia muerte no es, ni mucho menos, una idea. Pretendemos imaginar un universo en el que no estaremos pero del que continuamos siendo espectadores. Si, pero ¿cómo? Esto plantea la pregunta milenaria de si está todo escrito, si vale la pena luchar por algo y con qué valores o si como reza el dicho árabe هي مشيئة الله "es la voluntad de Alá". En otras palabras, la vieja discusión de la libertad individual, el determinismo o indeterminismo.

Por suerte la ciencia y la sociedad han dado con una solución al tema. Es un intermedio confortable para muchos. El movimiento browniano y la estadística de seguros dan una imagen de indeterminismo dentro de un marco predecible. Así, el destino de un hombre es tan indeterminado como el recorrido de una molécula en un río. La famosa posición de W. Dilthey "dame un tiempo y una clase social y te diré que hizo y como vivió un individuo" no es más que una generalización. Las leyes de la historia lo mismo que las de la física no dejan de ser estadísticas, lo cual deja libre al individuo en particular. Una compañía de seguros puede prever sin error cuantos hombres de una generación vivirán dentro de X años; pero no sabe absolutamente nada de un hombre determinado.

Aunque las tablas de mortalidad sean exactas, es útil enseñar a los niños a no cruzar delante de los coches en marcha para no ser atropellados. Esta enseñanza les alargará la vida. La voluntad humana recibe así su lugar en el mundo. El universo es difícil de comprender pero es indiferente. Precisamente porque el destino es inmutable la suerte depende de nosotros mismos. En una corriente de agua sabemos lo que pasa en general y como erosiona el terreno, pero ignoramos el camino de una molécula individual que carece -en principio- de voluntad y solo tiene afinidad. El hombre tiene ambas y en su uso radica la libertad y por tanto el indeterminismo ... dentro del orden concertado que impone la ley natural .... a su vez estadística.

Sonríe una vez más el sofista y con el albardán celebra que cada cual sea libre de escoger y actuar, pues más vale creer y equivocarse que no desesperar y acertar. Y no nos debe apesadumbrar actuar como meros aficionados, la vida es demasiado corta para ser profesionales de ella.





viernes, 28 de junio de 2013

Believe and win







                           When the worries come to you
                           face them with a smile
                           as you have the power of time.
                           They press, and know
                           that by constant thinking on them
                           they eat your brain and create pain.

                           When the worries come to you
                           be calm
                           take them one by one
                           do not let them grow
                           maintain them in a corner of your mind
                           and let them out
                           when you're ready for the fight.

                           As time softens
                           and serenity destroys them
                           take your best smile
                           prepare your thoughts
                           create your arguments
                           and see if it is right
                           to change your mind.

                           If it is not the case
                           continue to smile
                           and be glad, you won the battle
                           but be prepared to win the war.

                           In any casse remember
                           that by constant thinking on them
                           they eat your brain and create pain
                           The trick to win
                           is challenge them and not let 
                           come all together.

                           And if all this still hurts you
                           take my hand
                           take my soul 
                           to protect you.

domingo, 16 de junio de 2013

Li Fu





(del cuaderno de notas de Ibrahim S. Lerak)


Cuenta la historia que Li Fu, el justo y  sabio emperador del imperio del centro del mundo quiso que su corte tuviera todo el conocimiento humano. Reunió a los sabios oficiales y les pidió que escribieran la enciclopedia del saber para encontrar el sentido de la vida. Pasaron los años, dos décadas largas,  en las que el emperador, que no era niño, esperaba el resultado de su comisión. Llegó el día en que una cáfila de camellos le llevó a lomos 500 ejemplares en los que se resumía el conocimiento humano. Li Fu, el buscador de luz,  se apesadumbró. No le daría tiempo a leer todo. Pidió a la comisión que redujeran el volumen de lo escrito, reduciéndolo a lo esencial.

Siguieron pasando los años, otras dos largas décadas. Li Fu se resistía a morir sin tener el resultado de su búsqueda. Llegó otra vez la caravana. Todo se había condensado en 70 volúmenes. El ya anciano Li Fu vió horrorizado que tampoco podría absorber lo escrito esta vez. Su salud se resentía y urgió a sus colaboradores a condensarlo al mínimo. Pasaron aún varios años y el emperador se sentía morir. Mandó llamar al responsable de la obra y se agarró a él en sus ya últimos momentos. Inquirió sobre el resultado y el sabio le susurró al moribundo: Nacieron, sufrieron y murieron. 

Cuenta la historia que Li Fu “el Buscador”, el justo y amado del pueblo murió en paz. Nadie se preguntó si el rictus de su cara era de paz o de dolor. Quizá en este caso la muerte fue un final feliz. Lo es cuando el dolor o la angustia son fuertes y la muerte parece liberarnos de ellos. Pero solo en ese caso. La muerte no es nunca feliz por regla general, ni debe serlo o puede serlo.

La vida nos incita, nos lleva o la forzamos a que nos lleve por los caminos que nuestra rebeldía nos marca. Llega un momento en que el cuerpo se cansa y se agota, no la mente. La mente abandona porque el cuerpo se queja. ¡Que clara tenía la mente! expresiones así de asombro por los que mueren en plenas facultades y con el cuerpo agotado son habituales. Es lo que debería ser. El ejercicio de la mente nos impide ser acomodaticios si el cuerpo sigue. Por ello la ingeniería genética y la ciencia médica son positivas en este caso. Morir en plenas facultades no es nunca feliz. Quizá si necesario, pero ¿feliz? Cuando estás en la fiesta y te lo pasas bien ¿es alegre la partida? Claro que ello supone una vida con un nivel mínimo. Pero no hay que confundir la felicidad de la muerte con las posibilidades materiales.

Morir como broche de una vida es dejar paso; pero no es necesario morir, aunque si conveniente. No contar ya, estar apartado y saber que la experiencia pasada no es transmisible es desde luego un dolor. Y si hay dolor, hay que acabar con él. Muerte si. Lo más tranquila posible, pero aún así cuesta de asimilar. Nunca será feliz salvo que nuestro apartamiento nos duela o nuestro cuerpo nos lo pida insistentemente. Siempre nos faltará tiempo, como a Li Fu. Hay demasiado por conocer y la muerte es la puerta a lo desconocido que rehusamos traspasar.

La enfermedad, por tanto, es  traidora y pesadilla. Nos impide ser y nos aboca  a las puertas de algo que queremos evitar y que debemos afrontar en soledad aunque nos cojamos de la mano. El apoyo físico más que el moral cuenta aquí. Cuando nos tiramos del trampolín por vez primera pedimos que nos empujen, no nos basta el aliento del entorno. Necesitamos el contacto. El día que no tengamos cuerpo o nos fundimos en uno o enloquecemos de soledad. La soledad potencia el miedo a lo desconocido y ése es el gran terror que nos lleva a aguantarlo todo mientras nos permita poder predecir el mañana.


sábado, 8 de junio de 2013

Catoptromancia en la red





(del cuarderno de notas de Ibrahim S. Lerak)


Yo Kwen-ton el viejo escribo esto por mandato de la diosa Nahir.

He vivido muchas lunas y bajo muchos soles pero los hombres siempre han sido los mismos. Mis recuerdos van lejos, muy lejos y ven que todos se reflejan en si mismos como en el agua, con ondas e imperfecciones, pero todos buscan el reflejo en los espejos. Recuerdo que los grecos buscaban en la craptomancia el significado de la imagen reflejada. De ahí el miedo a la rotura del espejo o a la onda de las aguas ya que la propia vida estaba en peligro.

Todos los hombres que se han mirado en el agua cristalina, han pasado para retocarse y buscar sus imperfecciones. Por eso hay cola, la mirada es como en la catoptromancia hasta hipnotizarse y quedar a merced de voluntades ajenas bajo el atractivo huidizo de falsas venturas irreales. Recuerdo que los persas y grecos eran maestros en este arte. Recuerdo que el gran salvador en el año de 1326, nuestro bienamado Juan, apartó de la tribu de creyentes a quienes persistieran en sus intentos. Pero fue inútil, los malignos dioses Nuevos Medios bajo la falaz apariencia de alegres reuniones, halagos varios y ausencia de pesadumbre, atrajeron a los hombres en todas las tierras. Les redujeron a esclavos de las horas y les apartaron de sus entornos. Les dieron el don de crear rupturas y dejar cáfilas de problemas a su paso. Muchos sucumbieron y otros siguen.

Buscan almas perdidas para encontrarse a sí mismos, suplir sus carencias o huir de sus reductos. A veces las frustraciones, a veces la monotonía de las situaciones,  a veces la fascinación de la hipnosis en sí misma les lleva a caer una y otra vez. Mis ancestros ya comentaban en lengua extraña “No creas de ligero ni vuelvas las orejas al son del pandero” sabias palabras que, como todas, solo se revelan como tales cuando el mal se ha hecho.

El inicio es fácil, basta entrar por azar, por juego o por curiosidad, por haber visto en una mirada posibilidades de encontrar el punto rojo del chamán Coelho. Salir del espejo cuesta y merece crédito. Quien sale, sabe mirarse y sigue buscando pero conoce al maligno y lucha.

Esto he visto en el mundo yo Kwen-ton el viejo. Esto y muchas cosas. Fui curioso y todo lo quise saber buscando el conocimiento que no existe, pues es como el mar. Cuanto más entras más hay; dentro te engulle, te absorbe y, sin rigor, te pierde. Sigo buscando con mesura los reflejos de la luz ya  que su potencia es tal que al sol directamente no se puede mirar.

Yo Kwen-ton el viejo, ahora escribo por mandato de la diosa lo que guardo en la memoria, en papel de electrón, pero sé que escribí y viví para alentar los reflejos, preparando el camino especular de los buscadores de verdad, como mero elemento en la voluntad de los dioses que guían el camino hasta llegar a la casa sin puertas ni ventanas.


Veo la luz y la sigo; más si brilla en la noche.

miércoles, 5 de junio de 2013

I´m a thief






                                     
                                      I’m the thief of your kisses
                                      visitor of your dreams
                                      lover of your nights
                                      partner of your secrets
                                      dark object of your desire.

                                      I’m your obsessive lover
                                      I fill your skin, your empty places
                                      I whisper sweet words in your ears,
                                      caressing your smooth skin
                                      to be imbibed of you completely
                                      drunk of pleasure of making you happy.





Sawu Bona, Sikhiona, K



(A K., amigo y compañero del viaje vital, in memóriam)


Los hombres no dejamos de buscar y de preguntarnos por lo que nos rodea y por nuestros semejantes. Somos un animal preguntón y si bien es cierto que muchas veces las respuestas que creemos haber encontrado nos separan, lo que nos une es la búsqueda, el reconocimiento y la integración de uno mismo en el entorno. Un entorno que nos obliga a aceptar la realidad y compartirla con otros. Para ello debemos adaptarnos y reconocernos.

Es entre las tribus del norte de Nathal en Sudáfrica donde el equivalente a "buenos días" u "hola" es SAWU BONA, lo que literalmente quiere decir "te veo". Un miembro de la tribu respondería a eso SIKHIONA ("estoy aquí"). Claramente es algo importante ya que hasta que no nos ven no existimos. Es como si el hecho de vernos nos diera la entidad y esto es el reconocernos. Por mucho que "estemos aquí", si no se nos reconoce, si no se nos ve, no somos más que fantasmas.

También son importantes los rápidos cambios del mundo de los negocios y los de nuestro entorno en particular que hace que gente que conocemos durante años desaparezca de pronto y deje literalmente de estar ahí, que dejemos de verles. La vida suele llevarles por nuevos derroteros y los perdemos de vista por largos períodos. Lo dice más claro el proverbio francés y alemán: "Lejos de los ojos, lejos del corazón" o en su versión castiza: "ojos que no ven, corazón que no siente".

Cuando conocemos a alguien aparece inmediatamente la reacción defensiva de la amígdala y clasificamos a la persona en amigo o enemigo. En cuestión de segundos decidimos si nos es potencialmente dañino o no. Luego viene el tiempo de reflexión que básicamente consiste en observar la coherencia de la persona: sus dichos y sus hechos. Con el tiempo vamos construyendo una relación más o menos estrecha y más o menos cambiante a tenor de lo que nos toca vivir. (La verdad es que no hay nada que "nos toque vivir", el futuro lo creamos cada día, cada instante, con nuestras acciones.) Solemos colaborar espontáneamente con quien tiene algo que no sabemos describir pero que aprehendemos de su manera de ser y de lo que dice y muestra. No recordaremos con el tiempo las palabras; las falsearemos, las modificaremos; lo que queda siempre es la emoción de lo que sentimos, del mismo modo que delante de ella no vemos a la persona sino la imagen que nos hemos formado de ella; lo que explica los enamoramientos súbitos o los rápidos pases del amor al odio.

Me costó conocer a K, inicialmente patán letrado, prepotente cultural o simplemente barnizado con unas micras de purpurina. Con el tiempo me di cuenta de que no era más que un ingenuo que creyó que estar a la puerta del hospital para dar ánimos era mejor que inventar la pastilla anti-cáncer. Le vi subir y bajar, sonreír cuando comentaba que la buena educación es indispensable: "saludo a los que veo al subir, porque son los que se alegrarán también al verme bajar". "Lo que sube como una palmera cae como un coco", solía repetir cuando veía los cambios en la empresa. Una empresa que le dió todo y todo se lo quitó. Como los dioses, que juegan con los hombres a su antojo.

Las empresas las forman personas si, pero personas que se despojan de la humanidad para ejercer el cargo en bien de unos fines que les vienen impuestos por quienes ya olvidaron los valores morales y humanísticos y juegan a ser reyes. Sin valorar a las personas, a los vasallos, que son siervos para jugar y parar o no guerras en función del capricho del momento. Como en 1645 cuando la guerra entre Suecia y Polonia se paró un tiempo para que la reina Cristina de Suecia pudiera escuchar al castrado Ferri. Le gustaba tanto su canto, que enterada de que Ferri cantaba en la corte polaca, pidió al rey que se lo cediera dos semanas. Envió un lujoso barco para llevarle a Suecia y transcurridas las dos semanas la guerra continuó.

Tanto las empresas como la sociedad actúan de modo independiente a la voluntad de las personas. Son entes que se conforman en segundo plano y modifican entornos para desarrollarse y sobrevivir. Un ejecutivo sin alma sube, un político sin ideales triunfa. Creamos entidades que nos son necesarias, tanto que les damos una vida de la que no somos conscientes. Y estas entidades aúpan o eliminan en función del interés del momento. 

La primera muerte de K la viví casi sin darme cuenta; solo un cambio en su optimismo radiante y normal en él, mostró que la agonía había comenzado. Como muchos lo atribuí a problemas personales no resueltos que yo conocía por sus raras confidencias. Pero el tiempo mostró la evidencia y la segunda muerte llegó. Celebrada según los ritos tradicionales, algo para lo que se había preparado y que tenía previsto desde hacía tiempo. Para la tercera muerte falta tiempo. Falta que nos olvidemos de él. Algunos lo harán pronto. Unos ya lo hicieron y otros .... otros tardaremos hasta que nos toque entrar en la casa sin puertas ni ventanas.

Un compañero dijo en la ceremonia que si el mundo se medía por la grandeza de las personas, el mundo había encogido de golpe. Sé que la emoción le hubiera embargado de haberlo oído. Como alguno que otro le debo más que una amistad. 

Por doquier que vayas y doquier que estés, recuerda:
Sawu bona K, Sikhiona.





martes, 28 de mayo de 2013

Time flies fast






                               The years passed
                            unnoticed
                            through the back door.
                             
                            I lived intensively
                            the hour and the minute
                            flirting with the weird sisters;
                            Átropos stalking behind the corner
                            to see if she caught in me
                            a relinquish of my word
                            as I had a deal with her:
                            the moment I ceased loving you
                            the thread would cut.
                             
                            But I was loyal
                            to your image
                            to your scent
                            to my love.
                             
                            You never knew
                            how much I yearned you,
                            how much my soul loved you,
                            that every minute I think of you.
                             
                            Years passed
                            surreptitious and silent
                            and I still love you
                            missing you
                            in the distant city
                            with close love.

domingo, 26 de mayo de 2013

El chico de los periódicos



(del cuaderno de notas de Ibrahim S. Lerak)


Estaba haciendo tiempo, como siempre a esta hora. Esperaba impaciente la salida de Ninél.Todavía faltaban diez minutos. Hasta la media no saldría. Rutinariamente cogí un cigarrllo -al que de modo inevitable seguirían otros- confiando en que con ello el tiempo fluiría con mayor rapidez, evitando la molesta sensación de que los transeúntes observaban mi espera. ¡Que molesto es notar que te miran cuando no haces nada más que esperar! Cuando ya solo faltaban 5 minutos y 46 segundos (si, la espera de Ninel es un suplicio para mi y por ello cuento hasta los segundos mientras me consume la impaciencia) una voz chillona dijo detrás de mi:

- eh!  Pst, usted oiga!

Me volví. Delante el pequeño vendedor de periódicos me hacía señas para que me acercase

- si me compra un revista le digo algo que le interesará, me lo dijo sonriendo al tiempo que me guiñaba un ojo.
- ¿por qué he de comprar una revista?
La pregunta salió automáticamente, como si tuviese que ganar tiempo frente a algo que se me escapaba. A pesar de ello, al acabar la pregunta mi mano encontraba ya la cartera para comprar un diario o una revista.

- porque voy a contarle algo que le ahorrará dinero, tiempo y nerviosismo aparte de hacer que gane salud, me contestó el pequeño truhán. Luego volvió a guiñar el ojo a modo de complicidad.

Intrigado elegí un periódico al azar y la revista de portada más llamativa.
- ¿Qué me has de contar? ¿No sabes que el chantaje está penado por ley? ¡Irás a la cárcel!
Con cara divertida el muchacho de trece, quizá catorce años, al tiempo que me cobraba me dijo
- si, ya lo sé, pero de algún modo he de ganarme la vida ¿no?
Mientras lo decía reparé en que la sonrisa no había desaparecido de su cara, hasta me pareció notar un deje de leve tono burlón en sus ojos. Sin saber porqué, quizá por su modo de comportarse, quizá por el alivio que esto suponía en mi espera, sonreí también. Me había caido simpático.

- Está bien, le dije, ¿cual es el alto secreto que me vas a contar? Mi tono de conspiracón debió gustarle ya que me contestó a lo gángster
- Pierde el tiempo Juan. La chica hoy no sale.
Antes de que pudiera yo decir algo añadió ya en voz normal y con cara de preocupado
- quizá esté enferma, hoy no ha venido a trabajar

Mi cara debió mostrar un asombro extraordinario. No era para menos. ¿Cómo sabía este pilluelo que esperaba a Ninél? y lo que era más sorprendente ¿cómo sabia que me llamo Juan? ¿Casualidad? No. Así que se lo pregunté sin dejar mi tono de broma:
- ¿cómo sabes mi nombre? ¿acaso has tenido un soplo?¿quién es el chivato?
- Su casi novia o lo que sea, a mi eso no me importa. La chica morena de melena hasta los hombros a la que usted espera cada día mientras se fuma medio paquete de cigarrillos.

Por lo que oía, no eran los transeúntes quienes me observaban al pasar, sino este pequeño vendedor de periódicos, que más parecía ser agente de la CIA que lo que en realidad era. Indudablemente nos conocía, a Ninél y a mi; y por lo visto a ella especialmente. Si ella no había venido yo tenía tiempo, así que me puse a charlar un poco con él.

-Kim, porque por lo observador que eres debes llamarte así ¿cómo sabes que no ha venido? ¿estás seguro? ¿te dijo ella como me llamo?, además ¿de que la conoces?
Un sinfín de preguntas más o menos lógicas aterrizaron en su oído. Esta vez, a la sonrisa se le añadió una mirada radiante. A Kim, como yo había bautizado al chico de los periódicos, le gustaba hablar. ¡Vaya si le gustaba! Me explicó que conocía a Ninél  -señorita Primavera según él- desde hacía tiempo. Un día durante la hora del almuerzo ella había salido para comprar unas revistas y un diario. Desde entonces salía casi cada día y hablaba un rato con Kim, que obviamente no se llamaba así, pero a quien le gustó que yo le comparara con el de la novela de Kipling.
- Kim, ¿de que hablas con Ninél?, bueno con Primavera como la llamas tu y ¿el apodo este?

- Verá Juan y perdone la familiaridad pero es que yo le conozco más de lo que usted cree. No solo por lo que me haya podido contar Primavera, o Ninél como se llama de verdad sino por lo que yo mismo veo cada día mientras espera. Si no fuese usted así como Ninél me cuenta y yo veo, no le hubiera llamado y ahora estaría fumando colillas pensando en lo que podría haber pasado. Yo a Primevera la llamo así por eso, porque me recuerda a la primavera, respira juventud, tiene ilusiones ... que usted se encarga de destruir a veces pero que ella rehace, les da nuevas formas y no se abate por simplezas. Ella no es como sus compañeras, no es como la Collares o la señora Otoño. Ella es diferente, viene cada día o por lo menos cuando puede; me cuenta cosas de la oficina, de usted Juan y a veces me hace reir cuando comenta lo que hacen las demás.

Antes de perderme en el mar de nombres y motes especiales que Kimutilizada para definir a las compañeras de Ninel le pedí que me aclarase algunos:
- ¿Quiénes son la Collares y la señora Otoño?
Me miró, como un profesor mira al alumno que no capta las cosas al vuelo, me lo explicó con paciencia de profesor benevolente y amable.
- La Collares y Cara verde son compañeras de Primavera. Mire son ésas que salen ahora una tan llena de cadenas y la otra con la cara tan pintada de verde sobre los ojos. A veces vienen también a comprar algo, pero son antipáticas, mandonas. Piensan que todos los hombres has de caer de rodillas delante de ellas. Por eso se tiñen y se adornan así. Creen que son elegantes y cuanto más verde, ésa de ahí, más mueve las caderas.
- ¿Y la señora Otoño?
Ésa es una que vive por aqui. Va simpre de amarillo-ocre y ya se le caen las hojas de la vida, bueno quero decir que ya no está en su primera juventud. Envejece y no lo lleva bien, se pone de mal humor. No tiene mucha gracia al andar, pero debió ser muy guapa cuando era joven. Por eso me recuerda al otoño, no ha entrado en el crudo invierno, pero el verano ya cae lejos. Usted ya me entiende. También compra aqui los diarios y el Hola. Debe querer enterarse del progreso de sus amistades.

- Cuéntame algo más de Primavera
Me resultaban interesantes las observaciones de Kim, hubiera podido estar  mucho tiempo con él escuchando sus observaciones sus motes, sus comentarios a la vida que parecía haber vivido ya. Pero sobre todo me interesaba oír cosas de Ninél. Hacía poco que salía con ella y para mí era evidentemente un tema muy agradable; para Kim, por el modo en que la describía, debía serlo también.
-Pero si usted la conoce más que yo..., ella viene a la hora del almuerzo, me compra algo y cuando no tiene dinero yo le fío. Además algunas veces me ha encargado libros que son para usted: porque yo no creo que una "Economía comparada de los paises de Asia y del tercer mundo" se lo lea ella.
Yo sonreí asintiendo. El libro lo necesitaba yo y se lo comenté a Ninél; al poco tiempo -tres días tan solo- me lo regaló muy ufana de haberlo conseguido mientras yo todavía buscaba infructuosamente en las librerías de la ciudad.
- Algunas veces le busco números atrasados de revistas o fascículos. Incluso le conseguí un número de una revista que habían censurado. Ella me escucha, habla conmigo y me ayuda a pasar el rato. ¡Es tan aburrido tener que estar aqui toda la mañana!
De pronto, como asaltado por una repentina idea, me miró y me dijo
- Oiga Juan ¿por que no viene usted aqui cada día mientras espera a Primavera? Si está conmigo no fumará tanto ni se pondrá tan impaciente. Seguro que seremos amigos.
Variando el tono y mirándome de reojo añadió intencionadamente
- Además para usted no es nada comprarme a mí el diario o una revista cada día. Yo puedo encontrarle los libros que necesite. Y lo que me encargue, si no lo encuentro yo puede estar seguro de que nadie lo hará.

Me hizo gracia ver como mezclaba el negocio, la amistad y el compañerismo. Le dije que sí, claro, ¿qué podía hacer sinó? Quedamos en que a partir de entonces nos veríamos; yo ahorraría en tabaco, él ganaria algo con los periódicos y ambos tendríamos compañía mientras yo esperaba a Ninél. Después de esto me despedi de él. El tiempo había pasado de un modo vertiginoso y yo tenía que darme prisa si quería llegar puntual a la oficina. Me despedí contento, esperando volver a verle al día siguiente. Kim, mientras, cerraba el tenderete y silbaba una canción de moda.